Banorte en la cuenta regresiva
La finalidad de los fondos servirán para el pago de las últimas compras de Banorte, como son la Afore Bancomer, Generali Seguros y Pensiones Generali.
En estas horas están en Nueva York los máximos directivos de Grupo Financiero Banorte trabajando sobre los últimos detalles y ajustes de su pronta emisión de acciones que les permitiría recaudar unos 2 mil millones de dólares.
Hace justo una semana los accionistas levantaron el pulgar para hacer esta oferta tanto en México como en el exterior.
El silencio legal que demandan estas operaciones es total en los corporativos de Banorte. Lo único certero es que hoy martes por la tarde, una vez que cierre la Bolsa, se emitirá un comunicado oficial relacionado con esta emisión.
Seguramente los detalles más precisos se conocerán hasta el 25 de julio, cuando se dé a conocer el reporte trimestral del banco.
Lo que sí no es un secreto es la finalidad de estos fondos: en su mayoría servirán para el pago de sus últimas compras como son la Afore Bancomer (unos 800 millones de dólares), Generali Seguros y Pensiones Generali (por 858 mdd); para recompra de una minoría accionaria de Grupo Financiero Banorte que está en manos de la Corporación Financiera Internacional (IFC) y el resto se utilizará para fortalecer el capital de Banco Mercantil del Norte (Banorte).
Toda la ingeniería detrás de esta emisión histórica corrió por parte del propio Guillermo Ortiz, presidente del Consejo de Administración de Banorte, y de Alejandro Valenzuela, su director general. Ambos se conocen desde la arena pública. Trabajaron juntos tanto en la Secretaría de Hacienda como en el Banco de México.
Sin duda, ambos bucean perfecto en las aguas profundas del sistema financiero mexicano y les tocó también juntos subir a Banorte al tercer lugar en el ranking nacional de bancos, después de Bancomer y Banamex.
Juntos se pusieron a la cabeza de un road show por diferentes mercados y frente a grandes inversionistas locales e internacionales para inyectarle confianza a esta emisión.
La mancuerna que hacen Ortiz y Valenzuela es la envidia de muchos corporativos financieros en el país. Hace unos meses viajaron al Foro Económico Mundial de Davos y allí dejaron entrever la estrategia a futuro que estos dos ex funcionarios públicos ven para el banco. Su idea es internacionalizarlo, pero no abriendo sucursales en otros países, sino tentando a empresarios del resto del mundo para que vengan a invertir a México vía Banorte.
Sin duda, esta prueba de fuego con la emisión que se anunciará hoy será clave para convertirse en ese imán de inversiones que prometen dos funcionarios que cambiaron sus días en la función pública por el mismo piso en un corporativo bancario.