Banorte: que lo familiar no quite lo institucional
El nuevo presidente de Banorte, Carlos Hank González, ya había renunciado a la empresa familiar paterna para incorporarse de tiempo completo a la materna y juró que su cambio no significa trabajar en pro de una fusión.
Carlos Hank González mantiene un sitio web muy bien presentado en el que da nota de sus acciones, tanto en Interacciones, Hermes y Gruma, así como su incursión, desde octubre, en el Consejo de Administración de Grupo Financiero Banorte.
Entre sus trofeos aparece también su nombramiento como presidente del tercer grupo financiero más grande de México. Falta la aprobación del propio consejo, pero es un mero formalismo.
Aunque faltan los análisis respectivos, tanto de financieros como de las calificadoras de empresas, hay cierta cautela, sobre todo en temas de gobierno corporativo. Es claro que Hank González, nieto y homónimo del profesor Hank, tiene el derecho patricio de aspirar a ejercer y manejar los destinos de las empresas familiares. Por el lado materno, Hank González es nieto también de Roberto González Barrera, El Maseco, y es el lazo que lo lleva directo a ser el nuevo presidente de Banorte.
En sus primeras palabras como cabeza del grupo fundado por El Maseco, Hank González se refirió al esfuerzo de gestión independiente al interior de la empresa: “Los cambios que determinó el Consejo de Administración el día de hoy contribuirán al fortalecimiento del Gobierno Corporativo de Grupo Financiero Banorte, marcando el inicio de una nueva etapa de colaboración entre todos los órganos de gobierno de la institución y la administración”. También habló de la necesidad de buscar “equilibrios institucionales” para que la empresa regiomontana sea modelo de prácticas corporativas.
Con ello, Hank González da respuesta a voces que adjudican las recientes pérdidas en el valor del papel de Banorte al debilitamiento de la gobernabilidad corporativa.
Sobre todo, por los lazos familiares presentes en los apellidos del ejecutivo y porque su padre, Carlos Hank Rhon, es su colega al presidir Grupo Financiero Interacciones. El nuevo presidente de Banorte ya había renunciado a la empresa familiar paterna para incorporarse de tiempo completo a la materna y juró que su cambio no significa trabajar en pro de una fusión.
Haciendo mancuerna con José Marcos Ramírez Miguel, que reemplazará a Alejandro Valenzuela como director general de Banorte, su misión será que el banco recupere el valor que ha estado perdiendo.