Me escribe el Banco de México a través de su director de comunicación, Ricardo Medina, para regañarme y decirme que, en relación con el número de turistas que el Banco de México reporta a la Organización Mundial del Turismo, esto es lo que tienen que saber los lectores:

“Iniciando con la publicación en mayo de 2012 de las cifras relativas a los viajeros internacionales de marzo de ese año, el Banco de México incorporó a la estadística a los viajeros fronterizos que ingresaron al país por la frontera sur desde 2007. Dicha información se obtiene a través de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación.

“En la información estadística relativa a los viajeros internacionales se incluye a los excursionistas, que están definidos como viajeros que ingresan al país en la zona fronteriza o puertos marítimos y que no pernoctan en el país. También se incluye a los turistas que se internan al territorio nacional por puertos aéreos, marítimos y por ambas fronteras terrestres, así como a los turistas fronterizos que pernoctan en el país, aunque sea una sola noche. De esta manera no es correcto afirmar que el Banco de México sea omiso en la cobertura de algún tipo de flujo de viajeros del exterior que ingresan al país.”

Añade:

“Si bien el INEGI publica información relativa al sector turismo en la Cuenta Satélite del Turismo en México, la información relativa al número de turistas que ingresan al país proviene de la información recopilada por el Banco de México. Por lo anterior, el INEGI no es una fuente alternativa para dicha información.

“La información sobre el número de turistas que ingresan al país que se reporta a la OMT proviene de las estadísticas recopiladas por el Banco de México, como se puede observar en el siguiente cuadro. Así, no es correcto afirmar, como se dice en tu columna, que haya existido un cambio de fuente de información oficial relativa al ingreso de turistas al país.”

Noté en la carta de Banxico cierta molestia conmigo, como si yo no hubiera aclarado en la columna del viernes que esas afirmaciones provienen de gente del sector turístico —del más alto nivel, por cierto. Y a mí que Carstens me cae tan bien. Pero ni modo, así es la gente.