Barbas a remojar, por salud
Mientras los casos de contagiados con el virus chikungunya en Centroamérica crecen como la espuma y la enfermedad avanza...
Mientras los casos de contagiados con el virus chikungunya en Centroamérica crecen como la espuma y la enfermedad avanza peligrosamente hacia el Caribe mexicano, la Secretaría de Salud (Sesa) estatal, dirigida por Juan Lorenzo Ortegón Pacheco, se ha limitado a prevenir a los turistas pero no ha emprendido acciones concretas para evitar que la enfermedad llegue a Quintana Roo.
El padecimiento que causa el virus chikungunya es muy parecido al dengue, con fiebres altas y dolor corporal intenso. La principal diferencia radica en que los dolores en articulaciones y músculos son mucho más severos, tanto que incapacitan a la persona.
Por esta razón, en muchos lugares se le conoce como el “virus del dolor”. Con todo, su tasa de mortalidad es menor que la del dengue hemorrágico, aunque su tasa de transmisión es mayor.
Y es que si bien como lo ha confirmado el titular de Salud hasta el momento el estado se encuentra fuera de peligro, lo cierto es que por nuestra ubicación estamos en una zona de gran riesgo, ya que este doloroso virus es trasmitido por el mismo mosquito que transmite el dengue, muy abundante en la región.
Por esta razón, nuestro vecino estado de Yucatán ya tomó previsiones al respecto, y de entrada están realizando campañas permanentes para combatir el dengue, además de que aseguran que tienen listo un plan de acción rápida en caso de que se detecte un primer caso de chikungunya en su estado.
Y como reza el dicho, si ves las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar, Juan Ortegón debe tomar el ejemplo y empezar a trabajar no solo para “alertar” a los turistas a que tomen precauciones, sino para cerrarle el paso al contagioso virus y de paso combatir el dengue, que año con año es una preocupación en Quintana Roo.
De hecho, el titular de la Sesa señaló a principios de este mes que la llegada del virus chikungunya a Quintana Roo es inevitable, aunque puede disminuirse con un trabajo continuo de limpieza, descacharrización y concientización.
La Sesa no se debe dormir en sus laureles ante un problema tan serio; si bien es cierto que los casos de dengue han disminuido en este 2014, donde hasta el mes de junio se contabilizaron 201 casos de dengue, más de 100 de ellos del tipo hemorrágico, tampoco son cifras para presumir.
Ante esa amenaza, las autoridades de Salud deben dejar el papel de espectadoras y empezar a meter el acelerador para, si no evitar la entrada del virus del dolor al estado, cuando menos disminuir el impacto.
Sin duda la presión está sobre Juan Lorenzo Ortegón Pacheco, a quien le tocó lidiar con esta situación que de darse, será una prueba de fuego para su desempeño al frente de la Secretaría de Salud.