Bibliotecas públicas

En menos de una semana, y sin costo, ya estaban esperándome los primeros libros en la biblioteca del barrio...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Confieso que el libro que leo es un pretexto para sacar a colación un tema del que te quiero hablar. Hace unos días, en un arranque de desesperación o de nostalgia encendí la computadora y entré al catálogo en línea de la biblioteca pública de la ciudad (la que estoy por abandonar), tecleé la palabra clave: bibliotecas. 

El resultado de mi búsqueda fue una lista con 3,171 artículos en diversos formatos (libros impresos y electrónicos, audiolibros, revistas, periódicos, dvds, cds, inclusive videojuegos) y en variados lenguajes (aunque la mayoría en inglés, también los había en español, japonés, polaco, francés, neerlandés, italiano, hasta tres en latín), todos disponibles para solicitarlos en préstamo, claro, no todos a la vez, tan sólo cincuenta. 

En menos de una semana, y sin costo, ya estaban esperándome los primeros libros en la biblioteca del barrio. 

Escojo el que lleva por subtítulo “An Illustrated History”, y para ir acorde me centraré en dos fotografías. “Al pie de la primera, se explica: Luis Soriano con uno de sus dos ‘biblioburros’, [...] una biblioteca viajera en La Gloria, Colombia. 

Soriano empezó este servicio en 1990, nombrando a sus medios de transporte Alfa y Beto”. Un capítulo adelante, la otra imagen: un camión rotulado “Toronto Public Library. Bookmobile”, detrás entrevemos el paisaje cubierto de nieve; líneas abajo leemos que desde 1955 se ofrece este servicio a las comunidades que no tienen fácil acceso a las bibliotecas vecinales. 

Lo que llama mi atención no es únicamente la disparidad de recursos que se hace obvia al comparar las imágenes –en la primera, un burrito cargado con un poco más de una docena de libros (iniciativa ciudadana); en la segunda, en cambio, se adivinan estantes repletos de libros dentro del enorme vehículo (proyecto nacional)– lo que realmente me maravilla es la inventiva del ser humano para resolver problemas, para superar dificultades y limitaciones; la voluntad de un solo hombre o del gobierno de un país para llevar a otros, a todos sin distinción, y de manera gratuita: esparcimiento, gozo, aprendizaje, cultura, conocimiento. Todo lo anterior contenido en una palabra que siempre requiere acción: leer.- (Continuará).

Lo más leído

skeleton





skeleton