El alcalde capitalino Luis Torres Llanes ha inaugurado una etapa impensable a principios de 2016, ya que los adversarios del PRI se conformaban con las migajas de las regidurías plurinominales, con el inofensivo papel de espectadores bajo control. Sabemos que el gobernador Carlos Joaquín González alentó este triunfo que convirtió a los priistas en atolondrada oposición incapaz de reagrupar a sus ex combatientes desmoralizados para quienes la jornada del cinco de junio fue el fin del mundo.

Luis Torres Llanes renunció al PRI para seguir a Carlos Joaquín en la alianza PAN-PRD, y ya en la silla que desalojó el priista Eduardo Espinosa Abuxapqui tendrá que hacer un diagnóstico riguroso para exhibir y sancionar a quienes tuvieron un desempeño delictivo, tal como ocurrió en la mayor parte de las posiciones.

El alcalde y su equipo no se deben tocar el corazón para proceder contra los que entregaron las peores cuentas, y Luis Torres en su momento tendrá que ser riguroso para enviar un mensaje contundente a los electores que reclaman castigos a la medida del daño ocasionado.

Torres Llanes no puede darse el lujo de aplicar el borrón y cuenta nueva, convirtiendo este histórico relevo en uno más entre priistas que se entienden muy bien. Con el paso de los días esta presión irá en aumento para quien fue Secretario General del Ayuntamiento con el priista Andrés Ruiz Morcillo como alcalde. 

Quintanar ante destrozos en el IEEA

Línea por línea y perfil por perfil, se tiene que notar el cambio en este gobierno que da sus primeros pasos. Aquí destaca la acertada incorporación de Rafael Quintanar González como nuevo director del Instituto Estatal para la Educación de Jóvenes y Adultos (IEEA).

El político doblemente moreno llega con mucho entusiasmo y decidido a revolucionar el Instituto, sin dejar de lamentar los destrozos dejados por su antecesor, el ex alcalde carrilloportense Javier Novelo Ordoñez, cuyo prolongado desempeño fue una calamidad.

Rafael Quintanar es un torbellino en su primera tarea burocrática, y tiene el dominio completo de un área que estuvo por mucho tiempo en el abandono, con una entrega sistemática de certificados fraudulentos y cotidianas injusticias laborales.