Burroughs 101

El 5 de febrero se cumplió el aniversario 101 del natalicio de William Seward Burroughs, el insigne escritor norteamericano.

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El 5 de febrero se cumplió el aniversario 101 del natalicio de William Seward Burroughs, el insigne escritor norteamericano que vio la luz en Saint Louis, Missouri, en 1914. Con motivo de lo anterior y a pesar de que tantas cosas se han dicho y escrito sobre el viejo Bull Lee, se presentó la novela gráfica “Uncle Bill”, del escritor y dibujante BEF (Bernardo Fernández) en el Museo Universitario del Chopo, donde ante un auditorio lleno, se discurrió sobre mitos y realidades en la vida y obra de este magnético escritor durante los años de su estancia en la Ciudad de México.

“Uncle Bill” narra mediante el lenguaje del cómic -9o. arte- las peripecias de Burroughs en México, donde descendió a los infiernos del bajo mundo de una ciudad en plena transición del provincianismo al cosmopolitismo, punto nodal de sus experiencias catárticas, tanto en su adicción a las drogas como al sórdido episodio en donde, por accidente,  le disparó a su esposa acabando con su vida durante un absurdo juego al estilo de William Tell.

Pero más allá del mito, BEF entrelaza estas historias con la propia, ya que, como tantos otros, descubrió en su temprana juventud  las novelas de este autor que tanto influyó no solo la literatura del siglo XX, sino la cultura pop en general, pasando por la música, el cine, las artes visuales, etc. Definitivamente la novela gráfica viene a refrescar no sólo el incipiente panorama del cómic de autor en México, pues de paso agrega una arista más a la investigación del periodo de los beatniks en nuestro país.  Ya reseñaré este libro a cabalidad más adelante.

En cuanto a la relación de Burroughs con las artes, éste no fue ajeno al cómic, pues en 1970 de la mano del artista Malcolm McNeill comenzó un proyecto titulado “The unspeakable Mr. Hart”, que se publicó en Cyclops, una revista británica de cómics para adultos. Posteriormente colaboraron juntos en un proyecto más amplio inspirado en la mitología maya: Ah Puch está aquí (Ah Pook is here, 1979).

Ah Puch es el dios maya de la muerte. Ambos autores parten de ahí para realizar una exploración sobre la cronología de los códices mayas y su significado, pues como lo indica el prólogo de la obra: “Los códices mayas son, sin duda, libros sobre los difuntos, esto es, indicaciones para viajar en el tiempo”. Como vemos, aunque la novela gráfica nunca vio la luz como tal, fue publicada con la esperanza de que el lector pudiera sumergirse en las reflexiones únicas, oníricas -y a veces disparatadas- de la escritura experimental, tanto en forma como en fondo, que constituyeron la búsqueda artística de una bala perdida llamada Burroughs.

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