Ayer hubo dos noticias internacionales que coparon la agenda: el nacimiento del heredero de la corona británica y la visita del papa Francisco a Brasil.

Ambos eventos (esperados, promocionados, emocionantes, polémicos, atractivos y mediáticos) generaron de un solo plumazo casi mil millones de dólares (mdd). 
Nada despreciable ni para la adormilada economía británica (que en el primer trimestre de este año apenas creció 0.1%) ni para la conmocionada política financiera brasileña, que está apenas sacudiéndose las protestas de hace unas semanas. 

En Londres tienen todo calculado: la llegada del hijo de los duques de Cambridge traerá una torta valuada en 380 millones de dólares, según su Centre for Retail Research. 

La tajada más grande será para el rubro de memorabilia (ya sabe: platos de porcelana, souvenirs, cucharitas, postales, libros, DVD), que sumará unos 239 millones de dólares. El resto se calcula en consumo de champán (se prevén 3 millones de botellas extra), bebidas alcohólicas y pequeños ‘festejos familiares’ por la llegada del bebé.

El efecto colateral puede traer más ingresos: se calcula un aumento en el número de turistas a Londres movidos por la noticia y también un crecimiento de 13% en la compra de productos para bebés en todo el país por el efecto contagio. 

De este lado del Atlántico, desde el momento que Francisco puso un pie en Río de Janeiro los financieros miraron al cielo dando las gracias. La visita del Papa le generará una derrama económica de 534 mdd, según declaró Sandro Fernandes, secretario de Turismo del país. Contando en exclusiva a la zona de Río de Janeiro (epicentro de la gira), se esperan recaudar unos 220 mdd. Solo en sponsors para cubrir los costos de la organización de la Jornada Mundial de la Juventud ya se sumaron ingresos por 140 mdd. 

El impacto de la gira papal se notará también en la generación de empleos: se calculan unos 20 mil de manera directa (versus 5 mil que se crearon en Madrid con la visita de Benedicto XVI en 2011). Uno de los puntos con mayor demanda será el sistema de aeropuertos, que tuvo que contratar 30% más de personal para atender a los 70 mil visitantes diarios extra que genera esta visita. Este número es 60% por encima de lo que suele llegar al país en un mes estándar. 

No pretendo que nadie ni se coloque a favor de las coronas ni de la mitra papal, pero vale la pena echar un ojo a los efectos financieros directos que generan o un nacimiento o una visita muy esperada.