Calorex, ¿desperdicio agua o gas?
Ya llamé a un técnico de Calorex y a otro externo. Nadie lo pudo arreglar. Aducen sandeces como la distancia hasta la regadera.
Entre el boiler de mi casa y mi regadera hay alrededor de 25 metros. Habito un apartamento de 1973, época en la que la conciencia por el ahorro de agua no aparecía en el ánimo colectivo. Para bañarse, mis vecinos esperan alrededor de ocho minutos para que se vacíe la tubería de agua fría y empiece a salir la caliente. Cientos de litros de agua desperdiciados.
Durante la remodelación de mi apartamento solicité al técnico que ideara alguna forma en la que saliera agua caliente instantáneamente, para no desperdiciar líquido. La solución vino rápido: un recirculador, que es un aparato que se coloca al lado del boiler y —con un temporizador que le indica cuándo tiene que encenderse y apagarse—, distribuye agua caliente a todo el apartamento.
Compré un boiler Calorex, marca que se vende con las frases “Un buen baño te cambia el día”, y “Hay un Calorex hecho especialmente para ti”. El boiler que instalé hace tres meses es de depósito, de alrededor de 60 litros. Elegí ese porque hace cinco años tuve severos problemas con un calentador de paso, cuya sensibilidad al monomando de la regadera le hacía prenderse y/o apagarse a su antojo, a pesar de que yo solicitara agua tibia.
Pensé, pues, que con el nuevo calentador de depósito más el recirculador yo no desperdiciaría agua.
Pues bien, no desperdicio agua, pero sí desperdicio gas. La patética sensibilidad del termostato del boiler no detecta que el agua ha llegado a cierta temperatura, con lo que el depósito está expuesto al fuego por periodos de hasta dos horas. Ya llamé a un técnico de Calorex y a otro externo. Nadie lo pudo arreglar. Aducen sandeces como la distancia hasta la regadera.
Calorex pertenece al Grupo Industrial Saltillo. Tiene una posición dominante en su mercado. Sus calentadores, dice, cumplen con las normas más estrictas de los Estados Unidos.
Como ya me harté de desperdiciar gas, ahora voy a invertir la ecuación. Acabo de comprar otro calentador, de paso esta vez, y también le voy a conectar el recirculador. Trae doble quemador. Si todo sale bien esta vez no desperdiciaré agua ni gas. Pero si no es así, tendré que esperar ocho minutos a que salga el agua caliente, desperdiciando líquido. Cruzaré los dedos.