Cambio climático y sociedad (1)

El factor social representa el primer punto a atender en las acciones de adaptación y mitigación.

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El Cambio Climático ejerce una presión social importante en los países considerados en vías de desarrollo o tercermundistas, en donde las consecuencias del mismo han dado muestra de su innegable existencia y sus efectos están marcando una importante transformación en el modo de apreciar a la naturaleza. 

En años recientes, en foros internacionales se ha llevado a la mesa el tema de la no existencia del cambio climático elevando el tema a mito o realidad, incluso investigadores de mucho peso han valorado la posibilidad de negar que exista realmente un cambio del clima y asocian sus efectos a causas normales que vienen sucediendo desde hace muchos años y no como un tema de 20 años a la fecha.

Las acciones básicas para afrontar el cambio climático son la mitigación y la adaptación. Las medidas de mitigación son para reducir la fuerza de los efectos y se aplican en periodos muy cortos pero con alto grado de efectividad. 

Las medidas de adaptación son para acompañar el proceso de cambio y se proyectan a mediano y largo plazo y en muchas de las ocasiones son las que reciben mayor cantidad de apoyo incluso económico por parte de los gobiernos.

Las medidas de adaptación se clasifican en reactiva y preventiva, esto según la Conferencia Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC). Las acciones preventivas en la fase de adaptación se realizan con el objetivo de anticipar los impactos, mientras que las de reacción se ejecutan de manera posterior al daño causado. 

Contra la naturaleza nadie ha podido, y esta aseveración la resienten de manera muy cercana los habitantes de comunidades catalogadas como de alta vulnerabilidad, en donde la vulnerabilidad social es la más urgente de atender en todas las fases de un desastre natural. 

Las comunidades con alto grado de vulnerabilidad son aquellas donde habitan personas con bajos ingresos económicos, en pobreza extrema y con bajas oportunidades de desarrollo. 

La sociedad juega un papel muy importante en las determinaciones de reacción a los efectos del cambio climático en esas comunidades, que son las primeras de resentir los efectos y sufrir las consecuencias de los eventos naturales. 

El cambio climático puede definirse como un cambio de las condiciones del clima, cuyo concepto es más amplio de lo que lo catalogamos, ya que casi siempre sólo lo asignamos al estado del tiempo. 

Los científicos definen al clima como el resultado de numerosos factores que actúan conjuntamente. Para determinar estas características, podemos considerar como esenciales al grupo de elementos: la temperatura, la humedad y la presión del aire. Sus combinaciones definen tanto el tiempo meteorológico de un momento concreto como el clima de una zona de la Tierra. 

Pero para el sector social los efectos de cambio en el comportamiento de la naturaleza van más allá de que llueva o no; sí influye, sin embargo, de manera directa en su vulnerabilidad tanto social como económica, y esto agrava las condiciones de vida de los habitantes de las comunidades.

Hace años nuestros padres o abuelos podían predecir el clima con cierta puntualidad, ya que tenían sus métodos para vaticinar las temporadas de calor, frío o lluvia, lo que hoy día ya no es posible. Uno de los efectos más dañinos para el ambiente es el llamado calentamiento global, que influye mucho en el calentamiento excesivo del planeta y que ocasiona cambios importantes en los ecosistemas. 

Por ejemplo; se dice  que con tanto calor se derriten los cúmulos de hielo en los polos y esto ocasiona que se eleve el nivel del mar, situación que, entre otras, es una de las causas de la erosión de las costas. 

La erosión costera es la resultante de la acción combinada de varios factores, como la temperatura, los gases, el agua, el viento, la gravedad y la vida vegetal y animal. El factor social representa el primer punto a atender en las acciones de adaptación y mitigación, ya que no podemos desligar a las personas del ambiente natural en las que estamos inmersos. 

Los programas sociales deberán ir muy de la mano con los programas científicos de atención al cambio climático, ya que hay que atender el entorno en conjunto y no de manera separada, esto para lograr el éxito en las acciones a implementar. 

En mi próxima entrega compartiré los elementos de cohesión social necesarios para formar una cultura real de la convivencia entre el ser humano y el medio natural en que habita.

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