Como resultado del Caleidoscopio de la semana pasada, he recibido en mi cuenta de correo comentarios que, además de agradecer, me impulsan a corresponder al interés de saber más sobre este interesante tema. 

El Cambio Climático ha provocado el dispendio de recursos, pero también  ha puesto en boca de todos este importante asunto. Se dice técnicamente que para que un proyecto ambiental tenga éxito debe cubrir los aspectos ambiental, económico y social, ya que si alguno no es cubierto, el proyecto corre peligro de fracasar. 

He conocido de la existencia de varios proyectos ambientales que fueron muy bien sustentados en la parte ambiental, aseguraron la proyección y prospección del éxito económico, pero nunca contemplaron la parte del beneficio social, y fue precisamente este rubro el que echó abajo la pretensión de llevar a cabo esos proyectos, y en la mayoría de los casos las pérdidas de tiempo y dinero fueron significativas. 

Como dato cultural, si alguna persona o empresa desea desarrollar un proyecto ambiental en determinada comunidad, el promovente, además de elaborar la respectiva manifestación de impacto ambiental, deberá realizar un estudio de factibilidad social en la zona, en donde se incluyan las probables afectaciones a las actividades socio económicas de la comunidad, y prever las medidas de mitigación de las mismas, este estudio representa una herramienta esencial para asegurar la realización del proyecto. 

Por ejemplo, si una instancia desea construir un sitio de disposición final de residuos sólidos urbanos (coloquialmente conocido como relleno sanitario), además de cumplir con todos los requisitos de la Norma Oficial Mexicana NOM-083/SEMARNAT-2003, deberá tomar en cuenta los aspectos socioeconómicos de los habitantes cercanos al sitio donde se ubicarán las celdas del relleno, ya que la mayor parte de los sitios de disposición incomodan a los que viven alrededor, pues desde la preparación del terreno se ve alterada su tranquilidad y forma de vida. 

Y este es sólo un ejemplo de muchos y lo puse precisamente porque el manejo adecuado de los residuos sólidos ayuda en las medidas de mitigación de las consecuencias del Cambio Climático. Recordemos que las principales acciones para enfrentar este fenómeno son la mitigación y la adaptación y en ambas la sociedad juega un papel importante, pues somos todos responsables sea de frenar o de contribuir a dicho cambio del clima.

Volviendo al tema de los fondos económicos contemplados para atender los efectos del Cambio Climático, el gobierno federal en los últimos 8 años ha apoyado un centenar de proyectos enfocados a atender las demandas sociales sobre los daños que se están percibiendo y que son técnicamente adjudicados a este fenómeno.

Dichos proyectos por ejemplo en Yucatán, van desde recursos para saneamiento ambiental, limpieza y conservación de cenotes, creación de huertos de traspatio, limpieza de costas hasta desarrollo y consolidación de proyectos ecoturísticos.  

Aun así, los resultados de estos apoyos dejan mucho que desear, pues a pesar de la aplicación importante de los recursos las necesidades siguen en aumento y los remedios aplicados no han logrado ni en grado mínimo mitigar o solucionar estos problemas. 

Lo que queda muy claro es que, aunque todos actúen de manera conjunta para abatir el problema, al final del camino los más afectados siempre serán aquellos que habitan en zonas de alta marginación, pues los efectos del incremento demográfico y los propios del Cambio Climático propiciarán que la población marginada crezca a pasos agigantados y las instancias de gobierno, si no se actúa a tiempo, se vean rebasadas y no sepan en determinado momento cómo actuar para atender esta grave problemática.

El tejido social tiende a romperse por las zonas vulnerables con características muy complejas y complicadas de resolver, y que son sitios donde predominan la pobreza extrema y la falta de oportunidades no sólo por los bajos recursos de quienes las habitan sino por la falta de interés de las autoridades por proporcionar los apoyos necesarios. 

Esperemos que las líneas de acción que ahora se están diseñando por parte del gobierno federal en materia de atención a los efectos del Cambio Climático correspondan a las necesidades de  las personas que habitan en zonas de alta marginación, pues al final son ellos quienes pagan los platos rotos.