Ha sido un honor, que espero tenga repercusiones positivas en el futuro de nuestra ciudad, que Mérida haya sido seleccionada para ser sede de un taller de colaboración público privada en el camino hacia la definición de una nueva agenda urbana, que es el objetivo de alcance mundial de la Cumbre Hábitat III, que se celebrará el próximo mes en Quito, Ecuador, encaminada a acordar estándares globales de progreso en el desarrollo urbano sostenible, incluyendo el replanteamiento en las formas de construcción y la gestión de las ciudades a través de una verdadera gobernanza, con la participación de todos los sectores de la sociedad.

Desde la primera Cumbre Hábitat, realizada hace 40 años en Vancouver, Canadá,  los gobiernos participantes reconocieron la necesidad de evolucionar hacia asentamientos urbanos sostenibles, teniendo como referente el acelerado deterioro de la calidad de vida de amplios sectores urbanos debido a su  desbordado y desordenado crecimiento.

Veinte años después, en Estambul, Turquía, durante Hábitat II, se acordaron los esquemas para adoptar modelos de vivienda digna en todos los países, con el propósito de acceder al nuevo milenio en condiciones de mejora continua para millones de personas en todo el mundo.

Con la presencia de líderes mundiales, autoridades locales, expertos en urbanismo, académicos, organizaciones no gubernamentales, universidades, representantes del sector privado y ciudadanos en general, esperamos que Hábitat III se convierta en la cumbre que alinee, refuerce e impulse sus acuerdos, con el propósito de garantizar la eficacia de la política urbanoambiental en el mundo de ahora en adelante.

Estamos ante el reto de adoptar nuevas formas de reinventar nuestras ciudades, sin olvidar su pasado y teniendo como referente obligado la mejora continua de la calidad de vida de todos sus habitantes, en el marco del desarrollo sostenible; es decir, asegurando la supervivencia y consolidación de nuestros espacios urbanos, en un entorno de equidad y respeto al medio ambiente. Mérida demanda una nueva agenda urbana, acordada por todos, con una visión de mejora continua en la vida de todos, en un marco de verdadera gobernanza, como se propone que ocurra en todo el mundo.