Cáncer de mama, más presente que nunca

Sigue siendo la primera causa de morbilidad hospitalaria por tumores malignos...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Ayer fue el “Día internacional de la lucha contra el cáncer de mama” y, como se habrán percatado, los medios de comunicación dan cuenta de  eventos llevados al cabo por diversas instancias del sector salud y sociedad civil, que cada día de forma responsable y madura toman conciencia del impacto biopsicosocial que este flagelo inflige a la mujer.

Las cifras hablan muy mal de las estrategias establecidas para abatir el problema. Sigue siendo la primera causa de morbilidad hospitalaria por tumores malignos. Cada 24 horas fallecen 15 mujeres por cáncer de mama en México, sumando la nada despreciable cantidad de 6,000 fallecimientos al año. Más del 70% de las que reciben atención por sospecha de neoplasia maligna llegan en etapas avanzadas –que, de entrada-, ven  acotado su abanico de posibilidades de vida. De poco sirve que las instituciones presuman el mejor mastógrafo o equipos con tecnología de punta para detección, si la mujer no se acerca para utilizarlos o no llega hasta donde debe.

¿Nos hemos preguntado por qué  seguimos acumulando de 18 a 20 mil casos nuevos al año? Si realizamos tanta promoción y difusión mediática, a la luz de la cifras, ¿cuál es la razón por la cual no impactamos realmente? Seguramente los esquemas utilizados no son los correctos, ni con la gente idónea. Artistas y políticos encumbrados representan dignamente a las mujeres, pero no los estragos que  galenos especializados enfrentan, ni los verdaderos riesgos que deseamos se conozcan y sensibilicen a cualquier moradora de esta zona peninsular.

Es necesario endurecer la línea y mostrar con delicadeza y respeto, pero con firmeza, la severidad del daño. Es indudable que los testimonios de quienes han vencido al mal inciden ante los ojos del colectivo. Sólo quien habla por experiencia puede mover conciencias, transformar actitudes y lograr con acciones efectivas, reducir el número de víctimas.

Escuchar a dolientes aportando ideas sería un buen principio para  que expertos en materia de comunicación, asesorados por especialistas en la onco-ginecología, inclinen la balanza, y que las estrategias preventivas oportunas tomadas motu proprio sean la diferencia.

En conclusión, podemos decir que lo hasta ahora implementado no se ha traducido en reducción significativa del cáncer de mama. Los mensajes no han podido alcanzar esa conexión que se requiere para modificar la tendencia.

Lo más leído

skeleton





skeleton