Hace unos días fue divulgado un dato relevante que pareció transcurrir inadvertido, aun cuando debió ser destacado dado el contexto en el estado, en que los ciudadanos están exigiendo más y poseen altas expectativas en el marco de la transición. El cierre del ciclo de las administraciones justifica, también, reconocer avances e identificar desafíos.

Con lo anterior me refiero al estudio de la consultora ARegional, el cual pone a Cancún entre las 10 ciudades del país mejor calificadas, de 102 evaluadas, “por sus carreteras, aeropuerto, puertos, clínicas, escuelas, negocios, conexión a internet y vivienda con servicio de agua potable”, especifica el ejercicio.

Para la consultora, que tengan infraestructura básica, aumentan las oportunidades tanto de la población como de las empresas, y de esa manera es más fácil detonar el desarrollo de la región, aunque advierte, es necesario trabajar en los puntos débiles, ya que de esa manera serán más competitivas.

De entrada, “AR” subraya la capacidad local de generar viviendas con servicios básicos, como drenaje y agua potable, así como brindar servicios de internet y telefonía con notable alcance y en lugares públicos, lo cual incide positivamente en la productividad de las compañías y mejora la calidad de vida de los habitantes.

Desde hace muchos años son admirables los esfuerzos de las inmobiliarias, pero sobre todo, del Ayuntamiento y de los otros dos gobiernos, al ofrecer los servicios mínimos en fraccionamientos o colonias de reciente creación. Porque si bien ha habido un crecimiento desordenado por el flujo incesante de migrantes y mala planeación, ahora está prevaleciendo la voluntad de cubrir, apoyar y atender.

Un ejemplo actual. El viernes pasado, el presidente municipal de Benito Juárez, Paul Carrillo de Cáceres, tras atestiguar la entrega de la Cartilla Social: Un Ejercicio de Información Ciudadana, resaltó que durante su administración han brindado más de 600 mil asistencias en diversos programas sociales.

Ante el gobernador Roberto Borge y el titular de la Sedesol, José Meade Kuribreña, el gobernante cancunense sostuvo: “Nuestra dinámica se sustenta en la coordinación permanente entre los tres órdenes de Gobierno, dando atención puntual a los grupos vulnerables, lo que refrenda los compromisos de implementar estrategias, acciones y proyectos que contribuyan a elevar los estándares de calidad”.

Ésta ha sido una de las razones por las cuales a Cancún lo colocan mejor en análisis como el presentado por dicha encuestadora, una de las pocas con banco de información estadística homogéneo y especializado en México, cuya cobertura es regional, estatal y municipal, para responder a requerimientos de funcionarios, académicos, investigadores, analistas e inversionistas.

Sobre los retos no se abunda mucho, aunque no es difícil interpretarlos o definirlos: además de los vinculados a servicios públicos, que obligan a multiplicar esfuerzos por el volumen creciente de habitantes, están los relacionados con la seguridad, que debe ser fortalecida constantemente, y la consolidación del destino frente a la aparición de otros competidores. Nada que no pueda solucionarse.

Desorbitado

En el mismo trabajo fueron analizados Chetumal, que obtuvo la posición 42, y Playa del Carmen, en la 62. De preocupar la calificación de la capital del estado, que a diferencia de las otras dos mencionadas, ha bajado drásticamente sus niveles, y que, por su condición de “ciudad consolidada”, debiera aparecer más arriba en el ranking. 

No obstante, se entiende su caída al visitar la cabecera de Othón P. Blanco, porque urge dignificar la cuna del mestizaje. Gran reto tiene Luis Torres LLanes, pues el actual presidente, Eduardo Espinosa Abuxapqui, no fue capaz otra vez.