Insistir en que las personas que padecen discapacidad motriz de  nacimiento o adquirida puedan convivir  bajo las mismas reglas que las personas que no tienen este problema es querer “tapar el sol con un dedo”.

No estaremos preparados para convivir con personas en desigualdad física en los mismos espacios, a pesar de lo que se diga y de los  esfuerzos consistentes en donaciones de sillas y construcción de rampas en banquetas que no están en condiciones de uso en sillas de ruedas, mientras no exista un reconocimiento honesto y firme de que las personas con alguna discapacidad física no pueden desenvolverse a la par de las demás. No vale decirles: “NO ERES MENOS”, “PUEDES HACER TODO, IGUAL QUE LOS DEMAS” e impulsarlos a vivir una vida de sufrimiento físico y emocional.

Urge ordenar los segmentos en la vida cotidiana para insertar espacios que permitan convivir en forma natural con las personas que padecen alguna deficiencia motriz. Como se han  reconocido espacios en el deporte, así en la vida socio-laboral, que sólo pueden ser ocupados por ellos, no en calidad de minusválidos, sino espacios que no puedan ser ocupados que no tengan impedimentos físicos.

Sólo porque “no se sientan menos” no justifica lanzarlos a desarrollar actividades que los lastiman física y moralmente.

Entre otras cosas, Sr. gobernador, sus declaraciones respecto a extremar los cuidados  del medio ambiente han tenido eco. Dos asociaciones civiles y personas de reconocido prestigio social apoyan la iniciativa de  FUNDACION SALVATE, A.C., de integrarse en un frente que proteja los árboles de  la ciudad de Mérida ante el ECOCIDIO que están cometiendo las autoridades con podas y talas inmoderadas, que agreden el patrimonio y uno de los atractivos más emblemáticos de nuestra ciudad capital.

Como le dijo un ciudadano disgustado al representante de Servicios Públicos, en uno de estos actos ECOCIDAS: “Esto huele a corrupción”. ¿Tendrá que ver con la elaboración y uso que se le da a la composta? $$$?