La capacitación del conductor

Ningún conductor está libre de los peligros que se pueden producir al estar conduciendo, porque éstos generalmente ocurren por causas ajenas a su desempeño.

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A cualquier conductor, inclusive a los que se consideran mejor adiestrados, en cualquier momento y de manera súbita se le puede presentar una situación de alta peligrosidad y si no está acondicionado para tener la reacción adecuada los resultados pueden tener consecuencias irreparables.

Ningún conductor está libre de los peligros que se pueden producir al estar conduciendo, porque éstos generalmente ocurren por causas ajenas a su desempeño. Situaciones como la ruptura de la dirección o el fallo de los frenos, así como la aparición de un vehículo invadiendo su carril o un fuerte encharcamiento inesperado, son momentos en los que el conductor debe estar condicionado para inconscientemente reaccionar adecuadamente.

A muchos conductores, casi a todos en nuestro medio, les resulta difícil decidir lo que tienen que hacer en esos momentos con rapidez y eficacia. Las situaciones imprevistas de alto peligro no permiten detenerse a pensar sobre lo que se debe hacer, cómo se debe reaccionar. En estas situaciones cada segundo es decisivo, ya que las situaciones de emergencia exigen siempre una reacción rápida. En esas situaciones no se puede pensar “lo que hay que hacer”, simplemente hay que hacerlo con la rapidez que la situación de peligro demanda.

La buena reacción depende, más que de un buen reflejo, de la prontitud con que se aplica “una decisión mentalmente preparada” de antemano. El conductor que no tiene estas “decisiones preparadas” en su mente es casi seguro que reaccionará de una forma inadecuada y muchas veces contraproducente, lo que puede tener consecuencias irremediables.

Al conducir siempre se debe mantener una condición de “alerta” para saber reaccionar a tiempo en situaciones de peligro. Todos debemos manejar teniendo en mente la posibilidad de un accidente, de una condición de emergencia, sabiendo cuáles son las situaciones más graves que se nos pueden presentar y cuál es la maniobra adecuada que debemos aplicar en cada situación de peligro inesperada. 

Y todo esto tiene un nivel mayor de preocupación en el verano, cuando se maneja por carretera sin experiencia, y sin la capacitación adecuada para saber cómo conducir y, sobre todo, cómo reaccionar ante situaciones inesperadas.

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