Caso Padrés: una mina política
La contaminación de los ríos Sonora y Bacanuchi por ácido sulfúrico de la mina de Cananea y el sospechosismo que suscita la presa del gobernador dificultan entender el pleito entre su administración panista y la priista de la Federación.
La contaminación de los ríos Sonora y Bacanuchi por ácido sulfúrico de la mina de Cananea y el sospechosismo que suscita la presa del gobernador dificultan entender el pleito entre su administración panista y la priista de la Federación.
Porque “sabían de las irregularidades en el manejo de contaminantes”, Guillermo Padrés expulsó del Comité Estatal de Operación de Emergencias a los delegados de Conagua, Semarnat y Profepa, como supuestos “corresponsables” del desastre ecológico.
Verosímil, grave y atendible (recuérdese Pasta de Conchos).
El señalamiento contra esos funcionarios, ¡un mes después de la desgracia!, sonó a defensa propia luego de la revelación (Punto de partida) de que posee una presa que requiere ser investigada… por los mismos u otros delegados federales.
Tarde sale el dirigente nacional del PAN a recordar que Padrés tiene el respaldo de los votos y que debe respetarse la soberanía de los estados.
Y tarde pero a tiempo, senadores y diputados panistas tienen, de aquí a las elecciones de 2015, una rica mina política por explotar…