Termina la campaña por la gubernatura en Baja California con el retador, Fernando Castro Trenti, del PRI, jugando a la defensiva, protegiendo su minúscula ventaja, acosado por filtraciones, expedientes, supuestas declaraciones, huyendo de reporteros.

Quien hace apenas unas semanas sonreía con la seguridad de la victoria ha comenzado de manera prematura a buscar culpables: que si el gobierno federal no ayudó, que si el gobernador Osuna se hartó de meter la mano, que si el IFE jugó en su contra bajándole unos spots y multándolo…

Tanta queja es el mejor signo que una elección que arrancó con una decena de puntos de separación entre candidatos llega empatada, los sondeos están todos dentro del margen de error.

Con los actores político-electorales del estado se repiten las conversaciones: que si la maquinaria de movilización del voto priista, que no; que la maquinaria es panista, que no; que todo depende de lo que haga Hank para apoyar al panista Kiko Vega, que no; que hay que ver cómo se mete dinero a las colonias para que salgan a votar; que si el que va para arriba es Kiko; que si todo se decide en Tijuana…

Se alimentan de leyendas, mitos y esperanza. Ninguno se sostiene. 

Si en verdad la mano y el dinero de Jorge Hank todo lo pueden, sería inexplicable su derrota en la elección para gobernador hace seis años por 6 puntos porcentuales. 

La verdad es que candidato que alcanza…pues no siempre gana. Más bien muy pocas veces le alcanza para ganar. Mover preferencias electorales no es sencillo y menos en los últimos días.

Los que nos dedicamos a contar lo que pasó somos muy malos para predecir lo que sucederá. La única predicción posible es que esta elección se decidirá por pocos votos y que contendiente que pierda se quejará amargamente de las tácticas del vencedor. Como suele suceder, no pasará a mayores, y quien el domingo en la noche gane, despachará en Mexicali.

No puedo dejar de notar una cosa. Entre la gubernatura y los municipios hay 18 candidatos disputando seis puestos, solo una es mujer. En 2013 en el moderno norte mexicano.