La CdMX debe pagar lo que traga

La macro urbe van a tener que rascarse con sus propias uñas y dejar de recibir subsidios y beneficios que otros mexicanos no tenemos.

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El 29 de enero pasado, el presidente Enrique Peña Nieto promulgó la Reforma Política del Distrito Federal, que dio paso a la Ciudad de México (nombre apocopado con un horrible CdMX) y comenzó el largo proceso que debe culminar el 31 de enero de 2017 con la promulgación de la nueva Constitución Política de esa “entidad federativa” y cumplir un deseo “largamente acariciado” (desde 1824, cuando desapareció el Ayuntamiento capitalino) por los habitantes de la metrópoli.

¿Qué significa que lo que generaciones de mexicanos hemos conocido como México, D.F., sea ahora Ciudad de México? Es una pregunta que puede tener varias respuestas. Una de ellas es que en adelante los privilegiados vecinos de la macro urbe van a tener que rascarse con sus propias uñas (eso espero) y dejar de recibir subsidios y beneficios que otros mexicanos no tenemos.

Incluido en esto el asunto del agua que desde diversos lugares lejanos se le manda a esa mole de sed insaciable sin beneficio para los lugares de origen y que habría que ver si ahora la van a pagar al precio que cuesta extraerla.

Otro aspecto –y esperamos que no demore mucho- es que los ex defeños o chilangos (huaches también se les dice) tendrán que asumir el costo de ser una entidad autónoma  y aportar para su mantenimiento en todos los aspectos: políticos, sociales, comerciales y hasta de suministros de bienes que hoy tragan en cantidades ingentes y que vienen de otros lugares fuera de su ámbito territorial. Querían dejar de ser hijos consentidos, pues ya lo lograron y ahora que son mayores de edad deben actuar en consecuencia.

Finalmente, está el debate por el gentilicio de quienes habitan en la Ciudad de México: hay quien dice que deben ser “mexiqueños”. Lo cierto es que algo se deberá hacer para definir esto, aunque parezca un asunto menor y no dé para muchos debates. Desde luego ya no pueden seguir siendo defeños. Yo les propongo, ya que les gustó que a la giganta magnífica en la que viven le digan CdMX, que se llamen “CdMxqueños” o “ciudaddemexicoqueños”. Están igual de feos que eso de CdMX.

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