La notable cantante yucateca de origen libanés Rosa María Alam (1913-1992) recibirá un magno homenaje el lunes 5 de agosto, a las 9 p.m., en el Peón Contreras, en ocasión del centenario de su natalicio. El público tendrá  oportunidad de escuchar la voz de la inolvidable intérprete en grabaciones históricas recientemente masterizadas. La entrada será libre.

En 1941, Rosa María dobló la voz de la actriz Gloria Marín para cantar a dúo con Jorge Negrete el tema Cuando habla el corazón, de Manuel Esperón y Ernesto Cortázar, en  la película Ay Jalisco no te rajes y, en 1943, prestó su voz a la torera peruana Conchita Cintrón en la película Maravilla del toreo. 

En esa década, grabó canciones cubanas que se volvieron éxitos; entre ellas,  Inolvidable, de Julio Gutiérrez, que 50 años después revivió Luis Miguel; La mulata rumbera, de Ernesto Lecuona; Qué me importa, de Mario Fernández Porta, y  Besar, de Juan Bruno Tarraza, con las que hizo una triunfal temporada de presentaciones en La Habana. 

De notables compositores mexicanos dio a conocer: Puedes irte de mí, de Agustín Lara; Qué voy a hacer sin ti, de Roque Carbajo; Inspiración, de Alberto Domínguez; Qué más me da, de Ernesto Domínguez; Mi único dolor, de Carlos Allegre; Ven, de Emilio de Nicolás; Como tú no hay, de Alberto Beltrán; Enseñar al que no sabe, de Chucho Monge;  Por mi culpa, de Federico Baena; Frío en el alma, del campechano Miguel Ángel Valladares, y la guaracha Se muere mi pájaro, de Herminio Kenny, entre otras; y con la orquesta e inspiración del jibarito Rafael Hernández triunfo con los boleros Ya lo verás y Desesperación, en giras a los Estados Unidos y a Cuba. 

Pasados esos años de gloria, Rosa María se retiró. Únicamente participó en programas televisivos de nostalgia. A principios de los 80 fue objeto de un merecido homenaje nacional y, desde 1885, fue perdiendo la memoria de manera progresiva. Falleció en la capital, el 14 de enero de 1992, a los 78 años de edad.