Centralizados de nueva cuenta

La SEP metió reversa al federalismo educativo instituido desde mayo de 1982 con la firma del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (Anmeb), para centralizar y controlar nuevamente los recursos.

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Quizás buscando meter en cintura a aquellos gobiernos cuyo manejo de la nómina magisterial no ha sido muy ordenado y transparente, claro ejemplo el de Oaxaca que, a pesar de los interminables plantones y  cierres de escuelas ha pagado puntualmente los cheques de los maestros paristas de la CNTE, la Secretaría de Educación Pública metió reversa al federalismo educativo instituido desde mayo de 1982 con la firma del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (Anmeb), para centralizar y controlar nuevamente los recursos que antes se enviaban a los estados para cubrir su gasto educativo.

La verdad es que no encuentro otra razón válida para retroceder a los viejos tiempos del burocratismo federal, que, más que garantizar la transición hacia nuevos esquemas de administración y gestoría más ágiles y acordes con la modernización educativa, nos recuerda el infernal calvario que soportaban los maestros del sistema federal de esos tiempos, cuando por errores administrativos se aplicaban incorrectamente los pagos de sus salarios o bien se retenía alguna de sus prestaciones. Las molestias muchas veces terminaron en largos y costosos viajes a la ciudad de México para poder solucionar el problema.

De entrada, se vuelve a diferenciar a los trabajadores de la educación, habrá que buscar un nuevo sobrenombre para los llamados transferidos, ya que los regresaron a su viejo “corral” y los estatales seguiremos igual bajo la tutela de la Segey. El reciente cambio radica en que la dependencia federal, por conducto del Fondo de Aportaciones de Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE), y del Sistema de Administración de la Nómina Educativa (SANE), emitirá únicamente los pagos de salarios y prestaciones de los trabajadores transferidos en 1992 y que además hayan sido encuestados y registrados en el Sistema de Información y Gestión Educativa. Los estatales seguirán a cargo de las finanzas del Gobierno del Estado.

Con esta nueva reasignación del personal no se esperan afectaciones salariales ni de cualquier otro tipo, ya que las minutas de las negociaciones pasadas continuarán vigentes, así también los futuros incrementos deberán ser aplicados uniformemente en tiempo y forma de acuerdo con los criterios de la negociación nacional única. Ahora sólo falta esperar las novedades que nos traiga la centralización de pagos aplicada a partir de esta quincena.

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