Al centro de las escuelas (I)

En lo personal el plan 'Escuelas al centro' me parece una utopía por sus propósitos, presenta seis acciones para reordenar el servicio educativo sin precisar cómo se aplicará en cada nivel.

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Como lo prometió a principio de año, Aurelio Nuño, secretario de Educación Pública, presentó esta semana su plan “Escuelas al centro”, con el cual pretende elevar la calidad de la educación. Con la misma justificación que utilizara su antecesor, Emilio Chuayffet, cuando presentó la reforma educativa, otra vez se dice que los cambios se consultaron con directores de escuelas, maestros y padres de familia; sin embargo, todos desconocíamos esta nueva propuesta.

El plan, que en lo personal me parece una utopía por sus propósitos, presenta seis acciones para reordenar el servicio educativo sin precisar cómo se aplicará en cada nivel. En una primera interpretación, propone una descarga burocrática para los directores de escuela, creando subdirecciones administrativas en donde no las haya. Adicionalmente, para cada escuela, se propone incorporar maestros especializados en lectura, inglés, tecnología, además de completar los de educación física y artística donde no los haya. De la misma forma con educación especial en el servicio de las USAER. ¿Tendrá la SEP el recurso suficiente para crear las plazas faltantes a fin de cumplir este compromiso?

Una segunda acción pretende dotar de recursos a las escuelas para que cubran sus gastos y necesidades, se habla de cincuenta mil que ya lo reciben y que llegarían a setenta y cinco mil las beneficiadas. Este apoyo que se otorga se destina únicamente a equipar digitalmente al plantel (computadoras, cañones, pantallas, etc.) y sus requerimientos de material de oficina, pero se prohíbe comprar material de aseo como escobas y materiales de limpieza.

Otro punto cita la libertad que tendrían las escuelas para programar sus reuniones del Consejo Técnico Escolar (CTE) en el día y momento que las circunstancias y necesidades del plantel lo ameriten, no siendo obligatorio hacerlo el último viernes de cada mes como se indica en el calendario escolar.

Una nueva acción se enfocaría a fomentar la participación de los padres de familia en la toma de decisiones de la escuela a través de los consejos cuyo accionar, hasta la fecha, se queda en el membrete.

La quinta acción, la más controversial, propone flexionar el actual calendario escolar de manera que, de acuerdo con las necesidades y características de la comunidad, se pueda optar por un ciclo escolar de sólo 185 días en vez de los doscientos que actualmente se cubren.

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