Ultimamente, por razones que ahora no viene al caso explicitar, he seguido de cerca el trabajo de investigadores de la historia de Yucatán. En estos meses he aprendido muchas y muy interesantes cosas de la tierra que me vio nacer hace ya algunas décadas. 

Aficionado como soy a la Historia, he navegado en aguas que no me son del todo ajenas, pero que no conocía con la profundidad que ahora me permiten vislumbrar las sesudas creaciones de esos investigadores, verdaderos científicos sociales de los cuales deberíamos estar orgullosos todos quienes habitamos en esta tierra.

Doctores en diversas disciplinas, varios graduados en el Colegio de México –la más prestigiada institución en el ramo de las ciencias sociales sin duda, fruto de la inteligencia y la visión de Daniel Cossío Villegas y otros prohombres de la cultura nacional-, los investigadores  de los que he conocido sus trabajos (ellos y ellas) forman hoy la masa pensante de un Yucatán que siempre ha sido cuna de ilustres hombres y mujeres de ciencia. 

Es un verdadero privilegio que me regala la vida poder trabajar con ellos y seguir de cerca la creación intelectual de estos yucatecos y yucatecas que nos ponen en sitio de privilegio ante el mundo intelectual mexicano.

Gracias y espero seguir mucho tiempo más abrevando de su ciencia.M