Cerrando los ojos

Te invito a cerrarlos, y a imaginar qué fue lo que el niño vio en el cuento del escritor cubano Reinaldo Arenas, cuyo título es “Con los ojos cerrados”.

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Hoy leemos un cuento, del escritor cubano Reinaldo Arenas, cuyo título es “Con los ojos cerrados”.

Algunos de los estudiosos de la obra del autor señalan que en sus textos siempre hay rasgos autobiográficos, y que en el caso del cuento que nos ocupa, dichos rasgos tienen que ver con la niñez de Arenas en Cuba.

Reinaldo nació en la Provincia de Oriente en 1943 y falleció en la ciudad de Nueva York en 1990.

El cuento es breve, y está narrado a partir de la voz de un niño que habla directamente al lector, es decir, que nos habla: “A usted sí se lo voy a decir…porque sé que usted no me va a decir nada, se lo digo todo”.

La presentación del cuento nos anticipa que el niño protagonista de la narración cierra los ojos para imaginarse una realidad distinta a la que vive; y nos sugiere dividir el relato en cuatro partes: la introducción, las experiencias que vive el protagonista, lo que ve con los ojos cerrados, y la conclusión.

Nuestro niño protagonista nos cuenta que esa mañana había un gran alboroto en casa, y que para huir de él se marchó muy temprano a la escuela.

Por el camino se tropieza con un gato, al que cree dormido, pero que comprueba está muerto; después entra a una dulcería, en cuya puerta había dos viejecitas pidiendo limosna; para llegar a la escuela debía cruzar un puente, y al hacerlo se topó con un grupo de muchachos que golpeaban a una rata, a la que finalmente mataron y arrojaron al río.

El cuento concluye con el niño en el hospital, con fiebre, y dolor en las piernas enyesadas; diciéndonos una y otra vez que todo lo que nos ha contado ha sido verdad, y que incluso podemos comprobarlo.

Nos falta una de las cuatro partes: “lo que ve con los ojos cerrados”.

Te invito a cerrarlos, y a imaginar qué fue lo que el niño vio; y si quieres, puedes ir tú también a comprobarlo.

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