El púgil  Silverio “Chamaco” Ortiz  Jr., junto al manager Freddy  Pano, trabajan  con jóvenes  que han tenido  problemas  con las drogas  en la subcomisaría de Flamboyanes, de Progreso, y en Chicxulub Pueblo.

El pugilista sabe de las necesidades de los jóvenes que se inician en el deporte de los puños, quienes se rifan el físico en el ring  y reciben de pago boletos.

Reconoce que ahí  tienen que ver mucho los managers, quienes  están de acuerdo con esos pagos fuera de todo reglamento.

Nos enteramos que la profesora María Mercedes Ley de Ortiz, que funge como comisionada  de boxeo en poblaciones como  Kanasín, les pregunta que si están de acuerdo  en cobrar una parte  con boletos y la respuesta  de los mentores es si, sin que el púgil pueda protestar.

Desde luego que a los organizadores de esas funciones  no se les puede acusar  porque ellos  lanzan la oferta  y el manager acepta aunque el perjudicado sea el púgil,  eso si,  el de pantalón largo cobra su respectivo porcentaje.

Pero lo más relevante es el trabajo que hace “Chamaco” Ortíz y Freddy Pano con jovencitos  que quieren una vida mejor , alejándolos de las drogas y el alcohol, recuperándolos a través del boxeo.

En Flamboyanes, subcomisaría de Progreso, entrenan a unos  30  muchachos, quienes sin apoyo oficial acuden al gimnasio   gracias al apoyo que le  brindan  empresarios  altruistas, cuyos nombres nos daría gusto que  nos los proporcionen para darlo  a conocer,  y que sin ningún interés ayudan con el pago de la renta del local donde entrenan, así como del agua, energía  eléctrica  y todo lo necesario para que los adolescentes y jóvenes  puedan entrenar.

En Chicxulub Pueblo no ha habido apoyo de la autoridad  municipal, pero  el “Chamaco”   está contento  porque recibió un  ring del IDEY y eso le permite entrenar a jóvenes de escasos recursos económicos.

Ortiz Ley estará el 31 de este mes en Sahuayo, Michoacán   llevando 2 pugilistas amateurs  y otros 2 profesionales.

Silverio aclaró que no es represantante de pugilistas mucho menos concertador de  encuentros  solamente que no está de acuerdo con las injusticias  que comenten  con los pugilistas que tienen que soportar  humillaciones y malos tratos de tipos sin escrúpulos,  que sólo ven por sus intereses  y no de los que exponen el físico en el ring.

Es lamentable que sucedan estas cosas en tiempos modernos  cuando el boxeador está mejor preparado, pero, desafortunadamente tipos explotadores tienen  “la sartén por  el mango”, sin que se enteren  sus jefes, y firman por una cantidad a determinado  peleador y luego le paga otra.

Pugilistas  yucatecos y de otros estados del sureste mexicano  que han caído  en las garras de esos mercaderes prometieron  hablar y hasta permitirán que se grabe la conversación, con la condición que se le respete el anonimato y entre ellos se encuentra un pugilista que marcha invicto en el terreno profesional.