Y vamos a darle continuidad a la fuga de “El Chapo” Guzmán, cuyo nombre es Joaquín Guzmán Loera, por si algunas personas todavía lo ignoraban (al menos despierta más interés que la ‘piojosa’ selección futbolera de la Copa Oro). Pues bien, el relato oficial indica que el famoso narco-escapista se escabulló por un agujero cavado en el suelo de la ducha de su celda y que las cámaras de vigilancia de 24 horas no lo captaron porque en esa zona hay un “punto ciego”.

Pero fuentes militares, entrevistadas a raíz del soberbio escape (hay que reconocerlo) que durante la década de los 80 participaron en el diseño del penal de máxima seguridad El Altiplano (antes de Almoloya), en donde era retenido “El Chapo”, externan sus dudas sobre esa versión oficial, difundida por las autoridades gubernamentales que, ahora, están más desprestigiadas que los maestros de la CNTE que se niegan a dar clases y a someterse a exámenes de evaluación (por temor a ser tronados).

El Gobierno asegura que la cámara instalada en la celda que ocupaba Guzmán Loera, en el área más vigilada del penal, tenía “dos puntos ciegos” por razones de “intimidad”: uno en la ducha y el otro en la letrina.

Así es como en el video difundido al público no se puede ver el momento de salida de “El Chapo” por el hueco de debajo de la ducha.

Pero a los militares entrevistados les parece “extraño” el argumento de la “intimidad”, pues recuerdan que los puntos ciegos de la cámara “no estaban en el diseño” del penal.

Los espacios de intimidad (de los presos), los más extremos y desagradables, estaban cubiertos” por las cámaras de seguridad, y durante varios años no había instante en la vida del recluso, fuera el que fuera, que no estuviera siendo grabada por alguna de las 750 cámaras de la cárcel.

Autoridades del penal dijeron a los medios de comunicación que “El Chapo” ocupó la misma celda desde que fuera capturado en febrero de 2014, la última del pasillo de los más vigilados.

“Los protocolos de la vida interna del penal tampoco se cumplieron, uno de ellos es que la ubicación de un recluso en una celda es aleatoria y no permanente”, aseguran los militares.

Expertos dicen que la construcción del túnel por donde escapó Guzmán tomó meses y que requirió la extracción de más de 3 mil toneladas de tierra. Sin embargo, los censores de humo y de ruido del penal pudieron haber detectado la construcción del túnel y la actividad del generador que proveía la electricidad. A través del túnel pasan todos los sonidos, los ecos.

La prisión de El Altiplano fue construida en el municipio de Almoloya de Juárez a 90 kilómetros de la Ciudad de México porque “allí no había nada”.

En ese entonces se estableció un polígono a su alrededor de dos kilómetros “donde no podía haber nada” pero con los años las autoridades violaron el principio de la “no ocupación de ese espacio”, comentan las fuentes militares.

Actualmente hay viviendas a menos de 200 metros de la entrada principal, además está en construcción una enorme obra hidráulica que bordea uno de los costados del penal, justo el que está en dirección a la bodega donde acaba el túnel.

Enormes montañas de tierra de esa obra permanecen recargadas en los muros del penal a una altura que casi los tapa. Los residentes del lugar dicen que la obra llevaba alrededor de un año.

Los mandos castrenses indicaron que la fuga de “El Chapo” es evidencia de que “el sistema de seguridad y de justicia de sistema constitucional mexicano está en quiebra”. ¿Cómo la ven, chavos y chavas?

Amiguitos y amiguitas, ya saben: sugerencias para que existan menos “puntos ciegos” en los penales de alta seguridad o, por lo menos, doten de lentes a los reos, enviarlas a [email protected] y/o [email protected]