Se le chapoteó

Ahora resulta que los abogados defensores del narco se quejan de que este criminal pasa las de Caín en su celda, por supuesto, inspeccionada hasta en las letrinas, no sea que se vaya a fugar, ahora por el bacín.

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De Joaquín Guzmán Loera, el famosísimo “Chapo”, ya se ha hablado, dicho, rumorado y asegurado hasta el cansancio. Lo único cierto es que fue reaprehendido en un muladar de Los Mochis, Sinaloa, nada acorde con su supuesto poderío económico y bélico, y que el Gobierno Federal que preside Enrique Peña Nieto vengó su deshonra mundial cuando el sujeto se les escapó de una forma casi increíble del Penal del Altiplano (Estado de México), por supuesto, con la complicidad de toda una serie de autoridades corruptas.

En fin, lo único que queda esperar del caso “El Chapo” es si será o no extraditado a los Estados Unidos para que, allí, le den una protección especial y boquee todo lo que sabe de los políticos mexicanos que se arrastran por los billetes y dejan en paz a los llamados enemigos del Estado. Las altas autoridades tendrán que valorar si es conveniente mandar a la goma, a los “yunaites”, a tan distinguido sujeto que, la neta, tendría muchos admiradores en ese país por sus dotes de “escapista”.

Tampoco vengan ahora los altos mandos gubernamentales a rasgarse las vestiduras y tratar de condenar a los actores, el gringo Sean Penn y  la mexicana Kate del Castillo, por hacerla de periodistas, contactar y entrevistar al narco, como Dios les dio a entender (lo más seguro es que prendieron una grabadora y se acabó; “El Chapo” dijo lo que quiso), cuando éste andaba todavía prófugo. Los histriones hicieron lo que ellos consideraron adecuado, lo más seguro para fines de realizar una película del capo de todos los capos nacionales.

Basta recordar que el extinto periodista, un grande de todos los tiempos en México y América Latina –al menos para su servidor-, Julio Scherer García, ex director en sus tiempos de gloria del periódico Excélsior, y posteriormente fundador de la revista Proceso, entrevistó en un sitio totalmente desconocido a varios narcos importantes huidos de la justicia, entre ellos a “El Chapo” Guzmán, cuando este polémico mochiteco tenía algunos años de fugado del régimen de Vicente Fox, y en el transcurso del de Felipe Calderón, ambos de nefastos recuerdos (aunque les duela el “cutis” a sus más profundos lambiscones en esta entidad). Entonces, ¿qué tanto se ofenden los altos y divinos mandos gubernamentales?

PRIMERA CAIDA.- Ahora resulta que los abogados defensores del narco se quejan de que este criminal pasa las de Caín en su celda, por supuesto, inspeccionada hasta en las letrinas, no sea que se vaya a fugar, ahora por el bacín. Que violan sus derechos humanos, ¡chuch, pobre!

SEGUNDA CAIDA.- En su entrevista con Sean y Kate, “El Chapo” dijo que disponía de hasta submarinos para hacer lo que le viniera en gana. Pues, quién sabe. Cualquier otro narco poderoso hubiera dispuesto de ese transporte marítimo para fugarse hasta el “puerto terrestre” de Tixkokob.

TERCERA CAIDA.- Que hagan un reality show en la celda “chapiana” con Kate y Sean, incluidos. Sería formidable.

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