El Charrito Pemex

El personaje existió. Se llamaba Alvaro Sánchez Otero y, según diversas crónicas que se pueden hallar en internet, era oriundo de Salamanca, Guanajuato.

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Los que ya cargamos algunos años recordamos a un personaje que fue emblema de Petróleos Mexicanos: el Charrito Pemex que promovía los productos de esa  empresa, especialmente el gas morado, petróleo diáfano o queroseno. 

Ese producto, hoy casi extinto, era una maravilla: lo mismo servía para los quinqués (aquellos artefactos que alumbraban las casas en los sitios donde no había fluido eléctrico), que para las estufas, para trapear pisos, matar piojos y tirar en las sifas para exterminar cucarachas. En algunos lugares se utilizaba para los faroles del alumbrado público. En la casa llegaron a existir quinqués y estufas de gas morado: tenían un depósito de cristal a un lado y de ahí fluía el combustible a los quemadores.

Pues bien, ese personaje existió. Se llamaba Alvaro Sánchez Otero y, según diversas crónicas que se pueden hallar en internet, era oriundo de Salamanca, Guanajuato. Era un personaje popular por el rumbo de la Avenida Juárez en la Ciudad de México, durante los años 40 del siglo pasado.

En esos años, se dice que el patizambo personaje –que figuraba en lo que hoy se llama logo y antes era emblema de Pemex- recibía muy buen salario, ropa y viáticos para promocionar el petróleo diáfano y a la empresa por todo el país.

El petróleo diáfano o queroseno en 1948 se expendía a 15 centavos el litro. La Mexolina costaba 45 centavos y la Super Mexolina, 55 centavos. 

Para su mayor distribución, Pemex otorgaba concesiones o franquicias en todos los puntos del país, a donde llegaban periódicamente pipas de esa empresa para surtir los tanques de almacenamiento o camiones con tambos de lámina de 200 litros. El producto se revendía a unos expendios más chicos o a tiendas y misceláneas de poblaciones de las zonas urbanas y rurales.  Uno de estos expendedores de petróleo diáfano era el Charrito Pemex, un simpático charro, vestido de verde, de breve tamaño y patizambo. El emblema desapareció en la segunda mitad del siglo pasado. 

¿Será el papá de los líderes charros?

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