Chepitos en fuga

Antes de que los chepitos anden en fuga, podrían recurrir a ciertas explicaciones que serían más verosímiles que las que están dando.

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El Tri se fue al averno, Satán. Dije Tri no PRI, aunque el revolucionario institucional podría caer en el mismo abismo profundo y triste del equipo nacional si no toma las medidas necesarias que ni el Chepo de la Torre, por sentirse el Peña del panbol y tener ansias de papaloy, pudo tomar, además de algunas caipirinhas brasileñas. 

El primer error del técnico fue no ofrecer incentivos en materia de asesorías estilo del grupúsculo senatorial panista, y el segundo es no haber tenido en calidad de asesor de luxe al inenarrable ex ministro Genaro Góngora Quiñá Quiñá Pimentel, pues tiene tales influencias que hubiera podido mandar al tambo a Neymar como hizo con la madre de sus hijos. Y si el jugador hubiera insistido con que en Neymar la vida es más sabrosa recetándole otro gol al Tri, Bóngoro Pimentel lo refundiría una y otra vez en chirona igualito que a su ex. 

No, don Genarito, protagonista del culebrón Dos veces te entambé, hace ver a Salinas como un humanista. Está como los del SME que ya tienen a más gente viviendo en Bucareli que en una tocada de Los ángeles azules, que afirman sin que les tiemble la voz que Navarrete Prida —secre del Trabajo— es una mala copia del encargado calderonista del ramo, Javier Lozano, ese gran héroe de la clase trabajadora. Podría serlo pero como que ya me lo maicearon, porque en estos escándalos en el PAN donde solía ser un distinguido granadero, ahora no defiende ni la clásica lógica huarachuda de Mr. Bean Cordero, “Los panistas podremos lincharnos, pero nunca nos haremos daño”. 

Ahora, antes de que los chepitos anden en fuga, podrían recurrir a ciertas explicaciones que serían más verosímiles que las que están dando. Que el Chepo salga y diga que su pésimo juego es en realidad una respuesta solidaria con el pueblo carioca, que ha manifestado sus desacuerdos con el gobierno que prefiere invertir en estadios que en darle de comer y educación a la gente. Ya luego que se amparen como Granier (con su respectivo telegrama avisando que “no hicimos nada malo”), que pidan protección al Pancho por México a cambio de apoyar la venta de garaje de Pemex. Y con Robero Deschamps en la padroterapia intensiva.  

Como sea, Chepo y sus muchaches pueden estar tranquilos, jugaron como siempre y perdieron como estaba previsto. La bailada que les pusieron italianos y brasileños nadie se las quita, igual que la noche de samba que pasaron con las garotas que les bajaron la lana en las termas de Copacabana. 

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