Ciclones tropicales

El que llueva mucho y que las imágenes de satélite nos muestren unas nubes muy grandes sobre nuestro territorio no significa necesariamente que pueda formarse un huracán.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

En días pasados estuvimos en Yucatán muy atentos a prolongadas horas de lluvia, que, entre otras cosas, desquiciaron la ciudad y dejaron calles encharcadas, baches muy profundos, tráfico muy pesado y una incertidumbre que a todas luces se manifestaba por la historia reciente de los fenómenos hidrometeorológicos que han afectado a nuestro Estado.

La autoridad nos informaba que las condiciones climáticas estaban afectadas debido a la presencia de un disturbio atmosférico que trajo lluvias y vientos y que debido a lo atípico de dicha formación climática varias personas lo asociaron directamente a los huracanes.

El que llueva mucho y las imágenes de satélite nos muestren unas nubes muy grandes sobre nuestro territorio no significa necesariamente que pueda formarse un huracán.

Los procesos de efectos atmosféricos se catalogan de acuerdo con su tamaño, cantidad nubosa, vientos y  agua que traen consigo, y cada tiempo y proceso formativo tienen un número o nombre según sea el caso; estos tiempos son los procesos de ciclones tropicales, incluidos por supuesto los huracanes.   

Ciclón tropical es un término meteorológico usado para referirnos a un sistema tormentoso caracterizado por una circulación cerrada alrededor de un centro de baja presión y produce fuertes vientos y abundante lluvia.

Los ciclones tropicales extraen su energía de la condensación de aire húmedo, produciendo fuertes vientos. Se distinguen de otras tormentas ciclónicas, como lo son las bajas polares, por el mecanismo de calor que las alimenta y que las convierte en sistemas de tormenta con un núcleo ácido y muy denso.

Dependiendo de su fuerza y localización, un ciclón tropical puede llamarse depresión tropical, luego pasa a tormenta tropical y su etapa final es  huracán, que debido a la fuerza de sus vientos puede alcanzar desde categoría 1 hasta categoría 4.   

Lo que tuvimos en días pasados en el Golfo de México fue una depresión tropical muy lenta, con una trayectoria muy errática y con un desplazamiento totalmente distinto a las trayectorias normales. Históricamente los ciclones tropicales que se presentan en el atlántico se desplazan del mar Caribe hacia el Golfo de México y esta depresión (la número 9) se formó en el Golfo y se desplazó hacia el sur atravesando la Península y saliendo al mar Caribe.

Lo más leído

skeleton





skeleton