El gobierno mexicano reaccionó de inmediato al informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) difundido el miércoles pasado, y descalificó esta radiografía que evidencia los tiempos violentos que vivimos. Cito algunos datos del documento basado en la observación del personal de la CIDH durante una visita al país, del 28 de septiembre al 2 de octubre de 2015:

1.- La CIDH ha recibido información alarmante que indica que el 98% de los delitos en México no llegan a tener una sentencia condenatoria.

2.- La violencia está estrechamente relacionada con la presencia de fuerzas militares en las áreas de mayor presencia de crimen organizado, narcotráfico y conflictividad.

3.- La desaparición de personas en grandes extensiones del territorio mexicano ha alcanzado niveles críticos; al 30 de septiembre de 2015, suman 26,798.

4.- Especialmente grave es la existencia de la práctica de desapariciones forzadas a manos de agentes del Estado. La respuesta del Estado presenta graves deficiencias.

5.- "La gente tiene miedo de denunciar por las represalias a las que son sometidas las personas que buscan a sus seres queridos”.

6.- Especialmente grave es la negligencia de las autoridades en las primeras horas a partir de la desaparición de la persona, las cuales son claves para encontrarla con vida.

7.- La justicia en México es una “simulación"; se fabrican culpables o las autoridades no aplican la debida diligencia. La mayoría de casos de desapariciones están impunes.

8.- La tasa de homicidios es desde hace años superior a 10 por cada 100 mil habitantes, lo cual corresponde a niveles epidémicos de violencia de acuerdo con la OMS.

9.- El Estado mexicano informó que la PGR contaba, al mes de abril de 2015, con 2,420 investigaciones en trámite sobre tortura, y que había sólo 15 sentencias condenatorias.

Apenas comenzaba a difundirse en los medios el informe cuando vino la respuesta del gobierno mexicano: “El informe no ofrece mayor fundamento ni da respuesta a las preguntas que el propio Estado formuló a la Comisión, además que ignora más de cincuenta años de avances, desafíos, cambios estructurales y procesos de un país como México, y que ya habían sido reconocidos por la propia CIDH en su visita a México en 1997”.

Puntos a favor

Sin embargo, la CIDH sí valoró las importantes reformas constitucionales en materia de derechos humanos que se han introducido en México a partir del 2011. Por ejemplo, destacó la decisión de la SCJN de restringir la jurisdicción militar en los casos en que

elementos de las fuerzas armadas cometan violaciones a los DDHH contra civiles. Otro avance significativo fue la adopción de la nueva Ley de Amparo publicada en abril de 2013. Asimismo, reconoció la importancia del Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, aprobado en 2012.

También destacó la implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal; la aprobación de los Protocolos de Investigación en Materia de Desaparición Forzada y de Tortura en agosto de 2015; la creación en la PGR de la Fiscalía Especializada para la Búsqueda de Personas Desaparecidas, y la Unidad Especializada del Delito de Tortura.

No obstante, la CIDH consideró que estos esfuerzos eran insuficientes. Así estamos…