Cielo estrellado
Naturaleza y vida, poblados e historias, espacios y tiempos, etnias y culturas…estrellas convertidas en prosa literaria.
Nueve estrellas es uno de los significados atribuidos a la frase Balún Canán, si la ubicamos en la tradición maya chiapaneca, y más específicamente en el área correspondiente a Comitán.
Rosario Castellanos es el nombre de la autora mexicana que utilizó el vocablo, al que me he referido líneas arriba, para dar título a una de sus creaciones literarias.
Nuestra autora, nacida en la Ciudad de México y muerta en Tel Aviv, pasó parte de su vida entre Comitán y San Cristóbal de las Casas; fue novelista y poeta, ensayista y dramaturga, promotora cultural y diplomática; participó profesionalmente en los ámbitos universitario y periodístico.
Balún Canán fue publicada en 1957, y premiada al año siguiente; desde entonces no ha dejado de re-editarse.
La contraportada de la edición que leo menciona que esta obra es el inicio de una de las facetas artísticas de la escritora, en la que, a partir de recuerdos personales, aborda la problemática social y étnica de la zona chiapaneca.
Las primeras páginas nos revelan dos dedicatorias: a Emilio Carballido, a amigos de Chiapas; al igual que nos presentan un epígrafe: del Libro del Consejo.
La niña protagonista del relato nos dice: “Allá lejos nos esperaba Comitán, coronado de ese aire amarillo que hacen, zumbando, el día y las abejas. Allá lejos las torres de alas plegadas, reposando; las casas con su tamaño de paloma”.
Otra de las voces femeninas del relato nos dice: “Es bueno vivir a la orilla de los ríos. Mirando pasar el agua se limpia la memoria. Oyendo pasar el agua se adormece la pena”.
Naturaleza y vida, poblados e historias, espacios y tiempos, etnias y culturas…estrellas convertidas en prosa literaria, que nos invitan a mirar al cielo, y contemplarlas.