Clientes malos… empresarios vagos
Evita transacciones con los siguientes tipos de clientes: El desconfiado, el eterno inconforme, el malapaga, el sabelotodo y el urgido.
Sabemos que nos debemos al cliente y que, gracias a él, nuestra empresa subsiste. Sin embargo, no debemos acostumbrarnos a atender a cualquier tipo de cliente, pues nuestra empresa vive de los servicios que proporcionamos o de los productos que vendemos.
Y que quede claro que no hablo de un perfil en específico, porque si tu segmentación la realizaste correctamente, no debes de tener problemas.
Hoy nos vamos a enfocar al tipo de cliente, no a tu segmento en especial. Independientemente de tu labor de cobranza que debe estar establecida en tu empresa, es necesario cumplir con ciertos requisitos para evitar servirles a estos clientes que, por una razón u otra, no dejan que tu empresa siga creciendo o perjudican tu flujo de efectivo.
Por eso te menciono 5 tipos de clientes con los que debes evitar realizar transacciones:
1.- El desconfiado.- Este tipo de cliente siempre cuestionará todo lo que le sugieras, lo cual no es del todo malo si lo hace por adquirir conocimiento. Lo que se vuelve malo es que lo cuestione por desconfianza o incredulidad, dudando así de tu capacidad y talento.
2.- El eterno inconforme.- Este cliente nunca se conformará con las propuestas, sugerencias o proyectos que le presentes. Te hará trabajar mucho más de la cuenta y sólo logrará que pierdas tiempo, pues lo que le presentes nunca lo tendrá satisfecho.
3.- El malapaga.- Con él sobran las palabras, por más términos que le pongas siempre te paga atrasado y fuera de tiempo. Adicionalmente, este cliente exige más del promedio, lo cual no es malo, si fuera buen pagador.
4.- El sabelotodo.- Esta persona siempre te pedirá algo, pero te dirá cómo lo debes hacer. Ojo, no es lo mismo explicar la idea de lo que desea que decirte exactamente cómo debes trabajar para lograr cumplir lo que él pretende sea una buena idea.
5.- El urgido.- Nunca será sano trabajar para alguien que pide todo para ayer. Entre su desorden y urgencia sólo pretende que le trabajes a él y no te ocupes de nada más. Somos conscientes de que algunos proyectos a veces tienen que ser así, pero no todos ni todo el tiempo.
Además de lo mencionado con anterioridad, no debes olvidar la cantidad de estrés que provoca laborar para gente así. Por eso nunca olvides que cliente malo… empresario vago.