Hoy cambiamos de tema, ya que me referiré a los problemas a causa del mal manejo de residuos altamente contaminantes, como los aceites de nuestra cocina, o de los restaurantes y mercados, de los sobrantes líquidos en los procesos de bacheo, etc., prácticas que afectan directamente y en magnitudes preocupantes a nuestro acuífero subterráneo, nuestra única fuente de abastecimiento; he visto a personas en los mercados tirar directamente a las coladeras pluviales los residuos de aceite quemado, así como chapopote que desechaba una brigada de bacheo; en todos los casos les he llamado la atención y la respuesta es la misma: es una coladera. Todo esto debe combatirse con programas permanentes de concientización y vigilancia.

Un caso que quisiera mencionar es el manejo de los residuos de pinturas que los artistas hacen después de sus actividades, especialmente los acrílicos. Si bien se recomienda a las mujeres que pintan utilizar materiales que no contengan plomo, como los acrílicos o acuarelas, durante el embarazo y la lactancia, lo cierto es que las pinturas de acrílico son un importante factor de contaminación ambiental y de daño por sedimentos y taponamientos a los sistemas sanitarios. 

Lo cierto es que los artistas plásticos deben estar conscientes de la importancia de no producir impactos negativos sobre el medio ambiente, por lo que deben tratar de generar la menor cantidad de residuos y utilizar materiales artísticos no contaminantes. Por los usos y costumbres el lavado de brochas y pinceles después de una sesión de pintura generalmente se hace directamente en un lavabo o fregadero y los residuos de pintura, primero pueden azolvar y taponar las tuberías, y en su destino final contaminar nuestras aguas subterráneas, con impactos severos, a pesar de sus aparentes pequeñas cantidades.

Existe una gran variedad de pinturas acrílicas de calidad para artistas. Si bien las que contienen metales pesados dan colores excepcionales muy apreciados, lo cierto es que resultan muy tóxicos para el medio ambiente si no son utilizados de manera correcta. Así que invito a quienes pintan, que afortunadamente en nuestra ciudad son muchos, a que adopten prácticas que mitiguen estos impactos negativos.