Intimidades

Es bueno reconocer nuestras limitaciones, así como nuestras habilidades. Claro que Dios pudo habernos creado sin defectos pero...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

La principal tarea del hombre en la vida es crecer y convertirse en lo que potencialmente es.-  Erich Fromm   

Para mí, la pregunta más importante es: ¿para qué estoy aquí en la tierra? En la respuesta está mi sentido de vida, pertenencia y dignidad.  Al reflexionar lo anterior, me doy cuenta que: 

  • Cuando me siento contenta conmigo misma, tengo mayor libertad para compartir y servir a los demás. 
  • Si me valoro y me amo puedo vivir el mandato divino: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. 
  • Si pienso y siento que “no valgo”, me vuelvo egoísta, mezquina e insegura y empiezo a criticar a otros y a entrar en competencias malsanas, pero si me acepto y valoro puedo arriesgarme y emprender nuevas y buenas experiencias sin competir ni envidiar a los demás. 
  • Al tomar consciencia de mi ser, caigo en cuenta de que tengo los recursos para crecer, corregirme y mejorar, ya que tengo la materia prima para construirme. 
  • Honro a mi Creador creyendo firmemente que su diseño (es decir, yo) es una maravilla y puedo ver el propósito de mi existir. El plan de Dios, para mí, está hecho a la medida. 

He ido descubriendo “lo bueno, lo malo y lo feo” en mi personalidad. Sé que tengo una tendencia natural a que mis emociones y sentimientos  fluctúen de acuerdo con mis circunstancias externas. Si todo está saliendo bien, mi humor es alegre.

Si el clima es bueno (con sol, por ejemplo) soy, sin ningún esfuerzo, positiva. Si el clima está lluvioso, frío y nublado tiendo a estar triste y con el ánimo bajo. Tengo que estar muy consciente de lo influenciable e indisciplinado de mis emociones  para manejarlas, pues si me descuido, puedo fastidiarles el día a los que estén cerca de mí.

También, cuando viajo en avión, tengo que estar muy alerta con “mi nerviosismo”, pues me muevo mucho y no es agradable ir sentad@ a mi lado. Estas peculiaridades son sólo algunos de  los puntos desagradables que tengo que manejar para ser considerada y respetuosa.

Es bueno reconocer nuestras limitaciones, así como nuestras habilidades. Claro que Dios pudo habernos creado sin defectos pero hay que trabajar nuestro temperamento y aminorar lo negativo con un carácter decidido.

Reconocer nuestras debilidades nos hace humildes, así como tolerantes y compasivos con los demás que, al igual que nosotros, se desaniman, se equivocan, se distraen, no siempre están de buen humor, etc., etc. Todos tenemos defectos y también muchas cualidades y belleza. ¡Descubrámoslos! 
¡Ánimo! hay que aprender a vivir.

Lo más leído

skeleton





skeleton