Cómo hacer una ponencia
Lo que aprendí en el trayecto me ha sido de ayuda invaluable hasta la fecha, donde continúo navegando con bandera de autodidacta...
Para todos los que nos dedicamos a los quehaceres literarios y asuntos académicos, elaborar una ponencia es cuestión frecuente e, incluso, cotidiana para algunos. Pero si usted es un advenedizo que estudió otra cosa –como es mi caso- y no cuenta con los rudimentos necesarios para sortear estos menesteres, espero que esta guía rápida sobre cómo hacer una ponencia le sea de utilidad.
¿Que cuáles son mis credenciales o quién soy yo para dar consejos? Nadie, absolutamente nadie. Soy un simple comunicólogo que no le ha sido fiel a nada, con excepción de la literatura. Es la única razón que encuentro para explicar cómo pasé de mal estudiante de una carrera ajena al oficio literario al alumno que en más congresos, encuentros, cónclaves y demás aquelarres escriturales ha participado, al menos en lo que concierne a la historia reciente de mi alma mater. Por encima de mis compañeros de letras, mínimo dos veces por año durante un lustro encontré la manera de ser partícipe de esas reuniones inútiles de investigadores en ciernes, que por todo encanto y atractivo tienen el hecho de que para hacerlo uno encuentra los recursos para poder viajar por todo el país, conociendo colegialas y sus geografías en el proceso.
Primero tuve que aprender a redactar ponencias. Dada la deficiente educación del plantel donde estudié, opté por comprar un manual de técnicas de investigación. Asimismo, conseguí ponencias de otros compañeros sin duda más experimentados –o al menos eso creía-, para empaparme del estilo y formato, maneras de citar, insertar referencias y titular dichos trabajos. Lo que aprendí en el trayecto me ha sido de ayuda invaluable hasta la fecha, donde continúo navegando con bandera de autodidacta.
Lo más importante: el título. Olvide la sencillez y procure elaborar un título larguísimo. Esto va aunado al tema, que debe ser tan especializado que nadie sepa de lo que uno está hablando, pero sobre un libro o autor que tenga cierta resonancia por muy vaga que sea. Ejemplo: Confesiones de una máscara: sepukku intertextual en la narrativa tardía de Yukio Mishima como parte de la ruptura en la literatura tradicional en el Japón del siglo XX.
Lo demás viene por añadidura: intercale comentarios pertinentes apoyados por la teoría crítica de su preferencia; contrástelos con otros autores sin olvidar el contexto histórico y el marco conceptual de lo que está hablando. Cada dos párrafos abra una cita. No olvide los objetivos, no se pierda en panorámicas ociosas y siempre llegue al punto que quería comprobar inicialmente, como una especie de Ouroboros ensayístico. Si sigue a pie juntillas estos pasos le garantizo que no tendrá problema alguno para presentar o publicar su ponencia. Pero eso sí, nunca olvide mencionar lo siguiente cuando termine: fin de cita.