Cómo movernos en Mérida

Sin un servicio de transporte urbano de alta calidad y eficiencia, apto para ricos y pobres, no podremos ganarle la batalla al avance del auto privado y la moto.

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Hace unos meses, en un programa de la BBC, un grupo de gente famosa discutía sobre diferentes tópicos; al tocar el tema del automóvil comenzaron a hablar de sus preferencias, qué modelo tenían y su valoración; uno permanecía callado y el locutor le preguntó qué coche usaba y él contestó: ninguno, es más, no sé manejar, a lo que uno de los invitados le dijo: ¿cómo te mueves? Y respondió: vivo en Londres, según a donde tengo que ir camino, voy en bicicleta, en bus, en metro, en tren suburbano o en taxi, pero coche no necesito. ¿Algún día podremos contestar algo así en Mérida?

Lo cierto es que, sin un servicio de transporte urbano de alta calidad y eficiencia, apto tanto para ricos como para pobres, no podremos ganarle la batalla al avance agobiador del auto privado y la escandalosa moto. Es decir, tendremos que seguir padeciendo los daños que la motorización impone a la salud, la calidad de vida y la competitividad de nuestra ciudad. 

Si queremos ganar esta batalla debemos desarrollar una coalición con aquellos grupos interesados en la modernización del transporte público, para poder poner al alcance de la población, en el menor tiempo posible, un servicio integrado y multimodal, con los equipos adecuados, acordes con las características de nuestras calles, en un programa eficiente y que satisfaga las necesidades de todos: habitantes y visitantes.

Para ello es necesario definir los atributos de la calidad del servicio que la ciudad merece y debe recibir. En primer lugar, debemos tener como elemento rector en la definición del servicio cuáles son las demandas reales de todos los ciudadanos, es decir, ponernos en los zapatos de los usuarios y del espacio vial del que disponemos; al usuario hay que evaluarlo como un cliente, un consumidor, conociendo sus capacidades económicas, sus preferencias y sus expectativas, para poder ofertarle las soluciones de mayor calidad, competitividad y eficiencia. 

Los factores determinantes en la definición y operación de un sistema de transporte urbano son: disponibilidad, accesibilidad, información, tiempos y movimientos, la satisfacción de las necesidades de todo tipo de usuario, el confort, la seguridad y el impacto ambiental mínimo. Estamos a tiempo.

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