Todo tiene un final y la temporada de lluvias 2016, que empezó oficialmente desde la segunda quincena de mayo y –según los modelos debía finalizar entre mediados y fines de octubre- por fin ha concluido, aunque aún podrán presentarse algunas lluvias aisladas producto del calentamiento diurno, pero muy puntuales. Lo cierto es que ya oficialmente se dio por clausurada la temporada de precipitaciones pluviales.

Haciendo un análisis de lo ocurrido en la zona norte de la ciudad de Mérida, que es donde se encuentra la estación meteorológica de la Facultad de Ingeniería de la Uady (Fiuady), se puede decir que este año nos quedó a deber lluvias; andamos en números negativos. Salvo el mes de junio, cuando llovió por encima del promedio, los demás meses las precipitaciones estuvieron por debajo de los porcentajes que se esperaban (el mes más flojo fue definitivamente julio, ya que los acumulados estuvieron muy raquíticos), claro que influyó definitivamente que en el mes de junio tuvimos la influencia de sistemas tropicales que indirectamente nos afectaron y eso hizo que los acumulados de lluvia fueran más altos y rebasaran el promedio. Con respecto a los otros meses lluviosos, que fueron agosto y septiembre, nos acercamos al promedio esperado.

Definitivamente la salvada que nos estamos dando, de hecho ya falta muy poco para hacerlo oficial, es de una posible afectación en la temporada de huracanes, lo cual inclusive influyó directamente en los déficit de lluvias, ya que ni Earl, que entró a Belice, nos dejó en agosto significativas precipitaciones, salvo en el sur de Quintana Roo.

Ahora bien, hablando en general, en todo el Estado las zonas más beneficiadas en esta temporada definitivamente fueron la oriente, la sureste y la del sur del Estado, lugares donde vive la gente que tiene sus cultivos de temporal, sobre todo la parte sureste, que es la región maicera por excelencia.

En esas regiones de Yucatán sí les fue bien con las lluvias y eso se reflejará, sin duda,  en buenas cosechas este año, tanto de maíz como de frijol, calabaza, etc.

Qué bueno por la gente del campo.