El conflicto de ‘Guajaca’ (y II)

Los profesores que simpatizan con la CNTE ya andan muy envalentonados. ¿Habrá capacidad para frenarlos a tiempo sin necesidad de violencia?

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Regresando al tema de la semana anterior. Hagan un poco de memoria. Y sigue el desmadrito en la tierra de Benito Juárez (que, con seguridad, él sí sabría qué hacer con los “flojesores” a diferencia de los tecnócratas actuales).

Aunque la APPO abandonó el zócalo capitalino de Oaxaca a las 19 horas y se replegó a la Ciudad Universitaria, Campus principal de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, la persecución de ciudadanos que exigieron la caída del gobernador se extendió por la noche en distintos puntos de la capital.

Y de repente, la Ciudad de México amaneció bloqueada el 31 de octubre de 2006 por simpatizantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca.

Pero se inició la segunda fase del operativo con el patrullaje federal por toda la capital del estado. El gobierno federal detectó que grupos ligados a políticos priístas habían cometido actos delictivos y de violencia en distintos puntos de esta capital, con la intención de que se culpara de esos hechos a la APPO.

La Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) endureció su posición al convocar hoy a todas las organizaciones que la integran a pasar a la ofensiva y realizar una megamarcha el domingo 5 de noviembre, además de mantener su demanda de que el gobernador de esta entidad, Ulises Ruiz Ortiz, renuncie o pida licencia al cargo. Luego del enfrentamiento que durante siete horas sostuvieron este jueves integrantes de la APPO, habitantes de distintas comunidades, estudiantes, docentes y empleados de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) con elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP), la dirección colectiva provisional de la Asamblea Popular lanzó un plan de acción de cuatro puntos, en el que destaca la reinstalación de barricadas en toda la capital oaxaqueña.11

El 4 de noviembre, integrantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), estudiantes y ciudadanos reinstalaron las barricadas en las inmediaciones del campus de la UABJO y se enfocaron a los preparativos de la megamarcha programada para este domingo, en la que participarán miembros de organizaciones civiles de Chiapas y el Distrito Federal.

El 5 de noviembre, la APPO definió nuevas acciones para lograr la salida del gobernador Ulises Ruiz como bloqueos carreteros y toma de ayuntamientos; declaró que la resistencia contra la Policía Federal Preventiva (PFP) "fue un triunfo político para el pueblo" de la entidad y llamó a "retomar la ofensiva política en la movilización popular".

De manera sorpresiva, ese mismo mes tres artefactos explosivos estallan simultáneamente en distintos puntos de la Ciudad de México y dos más fueron desactivados. Sin víctimas pero con daños materiales, las explosiones dañaron una fachada de la sede nacional del PRI del Tribunal Federal Electoral y una sucursal bancaria. Asumieron la responsabilidad de las explosiones la Coordinación Revolucionaria, que aglutina cinco grupos guerrilleros. Esta acción político-militar demanda la salida del gobernador oaxaqueño.

El 7 de noviembre, de acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional: nueve encapuchados secuestraron, interrogaron y golpearon, durante tres horas, a un teniente y a un cabo que circulaban en las inmediaciones de la ciudad universitaria de Oaxaca, la cual está bajo control de integrantes de la APPO.

El 21 de julio  de 2015, el gobernador del Estado, Gabino Cué Monteagudo, con el respaldo del Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Educación Pública, anunció el decreto de desaparición del Instituto Estatal de Educación Pública y la creación de uno nuevo, en el cual, su gobierno asumiría el control de la educación en Oaxaca, señalando que su objetivo era iniciar un proceso de transformación estructural en dicho Instituto, aunque éste, tendría la misma denominación (Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca); de esta manera el control interno del citado Instituto, que yacía desde hace mucho tiempo bajo el dominio de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), les fue arrebatado a los maestros que fungían como directivos de diversas áreas de dicho Instituto, y estos mismos, fueron relevados de sus cargos y regresaron a las aulas a impartir clases.

El arribo de elementos de la Policía Federal Preventiva y de la Gendarmería al Estado de Oaxaca, particularmente a la ciudad de Oaxaca de Juárez, ha evitado que los integrantes de la CNTE recuperen el control del nuevo IEEPO, por lo que a partir de entonces las protestas y bloqueos han sido menos recurrentes, sobre todo por la amenaza del gobierno federal de aplicar los descuentos respectivos a la nómina de los maestros que falten a sus labores, descuentos que ya han sido aplicados en dos ocasiones a la fecha.

Y en lo que va de 2016, pues puro desastre. Bloqueos carreteros, asesinatos, enfrentamientos y nada se soluciona. El secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, ya instaló una mesa de negociación con los dirigentes de la CNTE con la condición de que la Reforma Educativa no va para atrás; y los rebeldes mantienen su desafío con los bloqueos y marchas. Nada para nadie pero la credibilidad del Gobierno Federal es cada día más endeble. Para el 2018 habrá un costo elevado para el PRI-Gobierno.

¿Y en Yucatán? Los profesores que simpatizan con la CNTE ya andan muy envalentonados. ¿Habrá capacidad para frenarlos a tiempo sin necesidad de violencia?

Amiguitas y amiguitos, ya saben: sugerencias para que se acabe la Guerra de Reforma (no la de Juárez), la educativa de una vez por todas, enviarlas a [email protected] y/o [email protected]

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