Ahora fue México el que requirió de Cuba. Así como lo leen, damas y caballeros, “chiquíos” y “chiquías”. Y todo gracias al inefable “pelos de elote malix”, Donald Trump.

Resulta que la XVI Reunión Interparlamentaria México-Cuba culminó en Mérida, el pasado viernes, con el objetivo inmediato, dizque para analizar futuros acuerdos comerciales y demás temas como turismo, salud y bla, bla, bla.

No, lo realmente prioritario y rescatable del evento fue que los parlamentarios isleños, encabezados Esteban Lazo Hernández, fue la “declaratoria real” de fortalecer la política y la diplomacia para enfrentar la “hostilidad” del mandatario estadunidense, Donald Trump, contra los países de Latinoamérica y del Caribe.

Durante dos días –viernes y sábado-, un total de 28 parlamentarios de México y Cuba se reunieron en esta capital yucateca para intercambiar puntos de vista y potenciales acuerdos, de varias áreas, entre ambos países, pero, al final, prevalecieron los discursos anti-Trump.

Los senadores y diputados mexicanos y los cubanos se lanzaron muestras de solidaridad, muy propios de la diplomacia que, según ellos, ha imperado desde hace muchos años y que en la década de los años 50, culminó con el triunfo de la Revolución que encabezó el líder Fidel Castro Ruz, fallecido el 25 de noviembre de 2016 a los 90 años de edad.

La delegación cubana expresó su absoluta solidaridad y respaldo a México, además de que exigió un trato basado en la igualdad de los estados y respeto a la dignidad de su pueblo. A su vez, la contraparte mexicana se pronunció contra el bloqueo comercial y financiero que mantiene Estados Unidos sobre Cuba.

Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, dijo que la paz es el principio central para lograr la independencia, soberanía y desarrollo de los pueblos, “no los discursos ofensivos”, en referencia a los actos hostiles de Trump contra México.

“Cuba no le fallará, Cuba y México unidos venceremos en todas las tareas que tengamos que desarrollar para mejorar la vida de nuestros pueblos y compatriotas”, sostuvo el parlamentario isleño.
Lazo Hernández instó a la unidad para avanzar y hacer frente a lo que se aproxima (en alusión a las políticas de los Estados Unidos). “Hoy, más que nunca, necesitamos estar nidos, precisamente para estar más fuertes y enfrentar lo que venga”, afirmó.

En su participación, el legislador mexicano, Jorge Carlos Ramírez Marín, agregó que la solidaridad cubana es fundamental para hacer frente a las “embestidas” que Donald Trump implemente contra los países de Latinoamérica y del Caribe. En términos similares se pronunció el senador de Acción Nacional, Daniel Avila Ruiz, otro de la comitiva de legisladores nacionales, así como perredistas y panistas que se colaron al evento que, al final, terminó desarrollándose en ela sede del Poder Legislativo estatal.

Era lógico, pues, que los legisladores mexicanos pidieran la opinión de sus homólogos cubanos, ya que éstos y su pueblo están acostumbrados a los embates de lo que Fidel solía llamar como “el imperialismo”. Y por supuesto que los cubanos están a la espera de lo que Trump y sus delirantes estupideces hagan en un futuro inmediato. Por de pronto, no estaría mal que el Gobierno de México empiece a planificar un “período especial”, sino tan duro y lleno de escasez, como el de Cuba en la época de los 90, pero sí preventivo.

Al final, la XVI Reunión Interparlamentaria México-Cuba acabó con compromisos de ambos países para impulsar la cooperación en materia de salud, educación, comercio y turismo, así como instalar un mecanismo de seguimiento a los acuerdos.

En el documento de las conclusiones, los grupos interparlamentarios reconocieron la necesidad de compartir experiencias en materia de legislación y políticas públicas exitosas en materia de protección a la niñez, la juventud y las mujeres; también la prevención y combate de la trata de personas.
Dijeron que hay un importante potencial para el intercambio de servicios, equipos y productos en materia de salud, como los programas de medicina familiar.

De igual forma, destacaron la disposición de ambos países por impulsar la cooperación y fomentar la oferta de paquetes de servicios de salud, inclusión de productos farmacéuticos y biotecnológicos, equipos y aditamentos combinados con capacitación de personal y prestación de servicios.

En el ámbito cultura, se promoverá la instalación de una “Casa Cuba” en México para fomentar el intercambio en este segmento, así como promover la aplicación de acuerdos de cooperación, reconocimiento y revalidación vigente de títulos, diplomas y estudios de educación superior entre ambos países.

Otros aspectos del acuerdo conjunto es la colaboración en áreas de investigación petrolera, energías renovables y fuentes alternativas, y colaborar a favor de la protección del medio ambiente. Puro rollo. Lo básico era pedir apoyo de los cubanos de cómo enfrentar a este “imperio yanqui de los pelos anaranjados”. ¿Lo habrán captado los representantes mexicanos?

Amiguitas y amiguitos, ya saben: sugerencias para que Cuba nos exporte los discursos de Fidel contra los gringos para que, chance, los lean el presidente Enrique Peña Nieto y el “aprendiz” de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, enviarlas a: [email protected] y/o [email protected]