Construyen en silencio la mayor inversión privada en México
Le cuento que algo muy impactante está pasando en Nanchital, Veracruz.
Le cuento que algo muy impactante está pasando en Nanchital, Veracruz. En este pueblo lo más grande que se había construido es el complejo Pajaritos de Pemex, que hoy exhibe principalmente fierros viejos. Pero a corta distancia está por terminarse la mayor inversión privada en marcha en México.
Los cinco mil 200 millones de dólares que costará esta fábrica de insumos para plásticos, mismos que igual revisten automóviles o envuelven productos, supera ampliamente los tres mil 500 millones prometidos por GM, en la mayor inversión automotriz estimada y en proceso hasta el momento.
Pero hay algo atípico en esta fábrica gigantesca que por primera vez abre sus puertas a un medio. Sus obreros, técnicos e ingenieros constructores operan en un silencio parecido al de un templo, como conscientes de que todo el trabajo de años debe acabar antes de que el 2015 entregue su último minuto.
Éste es el principal proyecto petroquímico de América Latina, Etileno XXI, que reporta un avance de alrededor de 93% en su construcción, por lo que se encuentra a meses de iniciar operaciones, a casi cuatro años de haber puesto la primera piedra y siete de haber sido licitado. El clúster petroquímico alcanzará un costo de inversión total de cinco mil 200 millones de dólares, mil millones de dólares más que los 4 mil 200 millones de dólares inicialmente anunciados por la petroquímica brasileña Braskem y la mexicana Idesa.
Cleantho Leite, director de Desarrollo de Nuevos Negocios de Braskem-Idesa, explicó que Etileno XXI recibió financiamiento de 17 instituciones crediticias, entre las que destacan el Banco Mundial a través de la Corporación Financiera Internacional; Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext); Nacional Financiera (Nafin); el Banco Nacional de Desenvolvimiento Económico y Social de Brasil (BNDES) y el Export Development Canada (EDC).
“Es la más grande inversión de una empresa brasileña en México, de todos los tiempos y la principal inversión aprobada en México, en los últimos años”. La inversión final del proyecto está estimada en cuatro mil 200 millones de dólares de inversión fija y una inversión total de cinco mil 200 millones de dólares, porque además de los fierros, la tierra y la tecnología, hay capital de trabajo, hay que pagar intereses a los prestamistas y dentro de la construcción hay que pagar gastos de preparación, que son gastos adicionales a la obra en sí. Entonces son cuatro mil 200 millones de inversión fija y cinco mil 200 millones de dólares de inversión total”, detalló Leite.
La magna obra, cuya construcción fue encabezada por la brasileña Odebrecht, requirió de 200 mil metros cúbicos de concreto, cantidad suficiente para construir cinco estadios Azteca, además de 35 mil toneladas de estructura metálica y dos mil kilómetros de cableado eléctrico, equivalente a la distancia entre el Distrito Federal, y Oklahoma, en Estados Unidos.
En la parte laboral, durante los cuatro años de construcción, Etileno XXI requirió entre siete mil y hasta 22 mil trabajadores, más del 95% mexicanos y el resto fueron empleados de 21 nacionalidades distintas, entre brasileños, italianos, colombianos, argentinos, portugueses, venezolanos, españoles y croatas. Sin embargo, para la operación de la planta, que producirá entre uno y 1.5 millones de toneladas de polietileno, se requerirán alrededor de 300 personas debido a su alto nivel de automatización.
Agregó que, aunque saben que muchas de las personas que trabajaron en este proyecto no podrán quedarse, es un hecho que muchas de ellas encontrarán ubicación en otras empresas, gracias a la especialización que recibieron, por lo que en un espacio de tiempo se podrá hablar de que los empleos generados en la obra sean comparables a la etapa de operación directa del proyecto.