Consulta sí, reversa energética no
Referendo y consulta popular son dos de las mejores herramientas que ha inventado la mecánica política.
Si no se hace valer lo que la sociedad quiere y opina, la palabra democracia no tiene sentido.
Referendo y consulta popular son dos de las mejores herramientas que ha inventado la mecánica política.
Sin embargo, en la etapa final del debate senatorial del dictamen de la Ley de Consulta Popular elaborado por la Cámara de Diputados, se repite la confrontación entre partidos y facciones que se ha dado en todas las discusiones previas: priistas y panistas no quieren dejar un solo resquicio por donde se vaya al caño la madre de todas las reformas, mientras que perredistas y lopezobradoristas pretenden que la mano alzada sea la única forma “democrática” de resolver la disputa y, enarbolando la bandera de la consulta “patriótica” de la reforma energética, llegar fortalecidos a las elecciones intermedias de 2015.
Para su mala suerte, con mayoría de reformadores en el Congreso federal, el dictamen diputadil pasará tal cual en el Senado y será menos probable aún que la reforma energética se caiga.