Contexto o sin él
De lomo en lomo va tu mirada por los anaqueles de la biblioteca hasta que un título sugerente o el nombre de un autor conocido atrapa tu atención...
De lomo en lomo va tu mirada por los anaqueles de la biblioteca hasta que un título sugerente o el nombre de un autor conocido atrapa tu atención, tomas el ejemplar y lo separas del resto, en sus primeras páginas lees: Dos años antes de morir, mi padre me entregó una pequeña maleta llena con sus notas, manuscritos y cuadernos. [...] me dijo de repente que le gustaría que los leyera después de que se hubiera ido, o sea, después de su muerte. Pensando que se trataba de una novela decides llevarlo a casa.
Cuando la calma bendice tu día buscas el libro, los títulos que aparecen en el índice –“La maleta de mi padre”, “El autor implícito”, “En Kars y en Frankfurt”– te hacen sospechar que no se trata de capítulos sino de textos independientes. En la contraportada lo confirmas, son tres discursos que fueron pronunciados en la recepción de tres premios distintos: el Premio Nobel de Literatura (2006), el premio Puterbaugh (2006) y el Premio de la Paz de la Unión de Libreros Alemanes (2005).
Orhan Pamuk es el autor del libro, sin embargo, las palabras que lees fueron escogidas por Rafael Carpintero: frases, ideas, sentidos, tonos y estilo fueron puestos en balanza para poder encontrar la equivalencia que permitiera que aquello que se creó en turco pudiera también existir en español.
La temática que da unidad a los tres textos es la reflexión en torno a la literatura, a su consumo y a su escritura. Relees una frase: [...] los lectores, como el mismo autor, están usando su imaginación, están intentando ponerse en el lugar del otro. [...] se agitan en nuestros corazones la tolerancia, la modestia, la ternura, la compasión y el amor: la buena literatura no apela a nuestro poder de juzgar sino a nuestra capacidad de ponernos en el lugar de otros. Al terminar, descubres que te encuentras en el umbral de un sinfín de mundos posibles.