Contrato amenazado
El contrato social, me hizo reflexionar en lo que sucede hoy en México, donde ese contrato social, que se funda en la “voluntad general”, parece vivir en precaria situación y en medio de serias amenazas.
Reciente relectura de algunos temas que toca Juan Jacobo Rousseau en una de sus obras fundamentales: El contrato social, me hizo reflexionar en lo que sucede hoy en México, donde ese contrato social, que se funda en la “voluntad general”, parece vivir en precaria situación y en medio de serias amenazas.
Tomemos por caso el narcotráfico y el crimen organizado, que controlan espacios importantes de la vida política, económica y social y contra los cuales el Estado despliega ingentes esfuerzos para combatirlos. Es tal la fuerza de esos grupos delincuenciales que pueden sustraerse a la acción punitiva del gobierno.
Y otros grupos igual de dañinos, como la Coordinadora Nacional de la Educación, apoderada de Oaxaca, Morelia y de espacios importantes como el Zócalo y el Monumento a la Revolución en la capital, sin que le toque la fuerza del Estado, y el Sindicato Mexicano de Electricistas o los normalistas de Ayotzinapa.
Para que el contrato social, fruto del acuerdo de la mayoría, pueda ser efectivo y propiciar el desarrollo individual y comunitario, es requisito sine qua non que haya un gobierno con capacidad de garantizar las libertades y la vida en sociedad. Y eso, muchas veces, parece no existir en México.
Bienvenidas manifestaciones de fuerza social como la de los jóvenes del Poli. Así se construye una sociedad justa. Ojalá no caigan en manos de vándalos profesionales.