Arrancan hoy, martes 26 de agosto, los trabajos del II Foro Regional de Sustentabilidad en Cancún. Con el título: Desarrollo Urbano, ¿hacia dónde vamos?, diversos especialistas discutirán las tendencias en el crecimiento de las ciudades, algunos casos de éxito de metrópolis sustentables y las estrategias que han llevado a estos sitios a disminuir su impacto ambiental y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

El tema tiene una especial relevancia para las ciudades de Quintana Roo, en especial Cancún, Playa del Carmen y ahora Tulum, cuya expansión ha sido una de las más importantes del país y cuyos impactos ambientales y sociales por este crecimiento acelerado y poco controlado, han sido graves. Y cobra también especial relevancia justo cuando el Programa de Desarrollo Urbano del Centro de Población de Cancún está siendo analizado en cabildo, y su aprobación regirá el crecimiento de la ciudad en los próximos 15 años.

Uno de los temas más importantes en el tema urbano, que será abordado en el Foro y que ha sido siempre un tema polémico es la discusión de las ventajas y desventajas del crecimiento horizontal o vertical de las ciudades, y sus principales impactos en materia de sustentabilidad. Las voces en pro y en contra de cada uno de los modelos son frecuentes, aunque en los últimos años la política urbana en el mundo se ha orientado hacia el crecimiento vertical como un modelo sustentable. ¿Las razones? Aquí expongo algunas de ellas:

1. La optimización del suelo: al tener una ciudad más compacta, existe mejor aprovechamiento del territorio, menos expansión a zonas de selva u otros ecosistemas aún en buen estado de conservación, y mayor densidad de población por kilómetro cuadrado.
2. Un mejor uso de los recursos; en un esquema de ciudad vertical, es más sencilla la proveeduría de agua, energía, recolección de residuos y tratamiento de aguas residuales, y el costo es menor. Hoy en nuestra ciudades, los ayuntamiento hacen inversiones millonarias para poder llevar servicios públicos a zonas urbanas de nueva creación muy alejadas de los centros urbanos.
3. La posibilidad de utilizar medios de transporte alternativos: una ciudad compacta, permite un desplazamiento más adecuado de la población. Al ser menores las distancias, hay una mayor propensión de caminar, utilizar transporte público u otros medios como la bicicleta. 
4. Mayor integración social. Una ciudad vertical promueve una mayor interrelación entre sus habitantes por dos razones: una, todos viven alrededor de una misma zona donde se concentran servicios, actividades, espacios de esparcimiento, etc., y por otro lado, la poca necesidad de trasladarse durante horas a sus lugares de origen, deja más tiempo libre para otro tipo de actividades.
5. Fomenta la creación de más áreas verdes. El hecho de tener mayor número de habitantes concentrados en espacios pequeños, da la posibilidad de tener mayores áreas de conservación y fomentar la creación de espacios públicos, parques y otras áreas de conservación.

También es cierto que el crecimiento vertical tiene sus detractores: sin duda el impacto visual de este modelo de desarrollo es importante; en ciudades como las de Quintana Roo, hay que tener un especial cuidado con la cimentación, debido a la conformación del suelo en esta zona. Uno de los aspectos a resaltar en nuestro Estado es el tema de los huracanes y el posible impacto de los mismos en un edificio de varios pisos, y las posibilidades de evacuación de los colonos en caso de emergencia.

Lo cierto es que las ciudades verticales son una tendencia, han demostrado sus beneficios en varias ciudades del mundo, y habrá que analizar qué viene para las nuestras en Quintana Roo, si este modelo funciona, y qué se necesita para ello.

Los invito a estar muy pendientes del Foro, que se llevará a cabo en el Cancún Center,  y escuchar de la voz de los expertos las discusiones en torno a estos interesantes temas.