Cuando los chetumaleños se desinflaron

El predominio de los chetumaleños fue frenado hasta ser colocado en reversa, aunque el gobernador Félix González dio mucha jugada a los capitalinos.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Como capital del estado, Chetumal fue cuna de un priismo que reinó con destreza y con autoritarismo y metidas de pata, si, pero con dominio del tablero de ajedrez. Por algo nuestro primer gobernador constitucional fue el chetumaleño Jesús Martínez Ross, cuyo mandato abarcó de 1975 a 1981.

La segunda estancia de capitalinos abarcó de 1993 a 2005, con los períodos de Mario Villanueva Madrid y Joaquín Hendricks Díaz. En esos años el político chetumaleño estaba en la cúspide, compartiendo la silla con priistas de Cozumel.

Los chetumaleños dominaban cuando llegaba el momento de disputar la gubernatura, con sureños como Jorge Polanco Zapata (Xcalak) y Carlos Cardín Pérez (Huay-Pix), quien fue alcalde de Cancún a partir de 1993 ¿Cómo olvidar la famosa “mancuerna del cambio” que Carlos Cardín formó con Mario Villanueva? 

Ahí estaban María Cristina Sangri Aguilar (primera alcaldesa de la capital) y Sara Esther Muza Simón, precandidata a la silla gigante en el proceso interno efectuado a mediados de septiembre de 1998, controlado del todo por el gobernador Villanueva.

El predominio de los chetumaleños fue frenado hasta ser colocado en reversa, aunque el gobernador Félix González Canto dio mucha jugada a los capitalinos, descartándolos a la hora buena. Porque en 2010 el chetumaleño Eduardo Espinosa Abuxapqui compitió internamente contra los diputados federales cozumeleños Carlos Joaquín González y Roberto Borge Angulo; este sería bendecido por Félix.

En el último proceso de selección de candidato del PRI a la gubernatura participaron dos chetumaleños, pero con anémicas posibilidades: Cora Amalia Castilla Madrid y Eduardo Espinosa Abuxapqui, cuyo reciente período en la alcaldía capitalina lo dejó fuera de combate.

El experimentado Eduardo Ovando Martínez saltará a Morena y es el chetumaleño con la trayectoria más impresionante, pero a la capital le faltan políticos de estas dimensiones que tampoco encontramos en otros partidos, aunque los panistas José Hadad Estéfano y Mario Rivero Leal han estado a un suspiro de dar el estirón.

Quizá al PRI le beneficie ser oposición, ya que en estas condiciones pueden surgir otros liderazgos competitivos. 

Lo más leído

skeleton





skeleton