Cuando los hoteles rescaten a la Central de Abasto

A pesar de que la Central de Abastos del DF ha perdido volumen, por ahí pasan entre 30% y 50% de todos los alimentos frescos que se consumen en el país, según la Federación Latinoamericana de Mercados Mayoristas.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

A pesar de los cambios en los patrones de consumo de millones de mexicanos, enfocados a comprar en clubes de precios como Costco, Sam’s y supermercados, las centrales de abastos siguen siendo un canal de distribución fundamental para la industria alimentaria. De las aproximadamente 70 centrales que existen en el país, ninguna tan simbólica como la Central de Abasto de la Ciudad de México (CEDA).

Con sus 304 hectáreas (se le acerca el parisino Rungis, con 240), cada año pasan por las manos de cientos de bodegueros más de 100 mil mdp (8 mil 200 mdd). Hace un lustro, marcó su tope con 12 mil mdd.

Con todo, la CEDA mantiene su halo como el segundo lugar en donde se mueve más dinero en México, luego de la BMV. 
Es por ello que diversos grupos hoteleros se están poniendo las pilas para dar una nueva dimensión de hospedaje por Iztapalapa e Iztacalco. A la fecha, cuentan con poquísimos cuartos de hotel para atender las necesidades de un área similar a una ciudad de 300 mil personas, que es lo que a diario desplaza la Central.

Posadas y City Express están próximas a abrir propiedades en la zona. El Hotel Fiesta Inn Plaza Central tendrá 169 habitaciones y operará en octubre. City Express anuncia en su central de reservaciones su City Express Central de Abastos, con 135 cuartos.

El perfil del huésped es el de productores, industriales y comerciantes. Asimismo, responde a la demanda de algunas de las grandes cadenas de minoristas que a pesar de que tienen sus propias cadenas de suministro y respectivas “centrales de abasto, nuestros compradores siguen acudiendo a la CEDA para cerrar operaciones, medir los precios y calibrar el sentimiento de la gente”, dijo un directivo del ramo que pidió reserva.

Con la nueva dinámica hotelera, se espera detonar una especie de “turismo de perecederos”.

A pesar de que el negocio ha perdido volumen, por ahí pasan entre 30% y 50% de todos los alimentos frescos que se consumen en el país, según la Federación Latinoamericana de Mercados Mayoristas.

La analista Fabiola McLeland dice que la CEDA es nuestro principal mecanismo de distribución alimentaria, con productos de más de 20 países y aunque el enfoque apunta al consumidor final, iniciativas como las de Posadas y City Express darían nuevas razones a los distribuidores de regresar a comprar a este epicentro. 

Lo más leído

skeleton





skeleton