Cuando la palabra vale

Cuando la persona tiene palabra, es porque tiene en alta estima su honor y se valora.

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La palabra veraz nos engrandece. La palabra mentirosa nos empequeñece.- Friedrich Schiller, filósofo                                      

Hay cosas que no pasan de moda, aunque lo parezca. Cuando la persona tiene palabra, es porque  tiene en alta estima su honor y se valora. Cuando alguien habla como piensa y así actúa, no engaña. Es congruente. Decimos que es persona íntegra y de fiar. 

La palabra, en una persona honorable, sirve para decir la verdad y no para encubrirla o disimularla. Si ofrece algún servicio o hace algún compromiso nadie duda que lo cumplirá a cabalidad, pues lleva el sello de su honestidad. Está en juego su honor. 

Lo importante no cambia en la persona que se valora; su fuerza y sus convicciones son validadas por su forma de vida. Se respeta a la persona que vive con sencillez, que habla sin alardear, y está dispuesta a colaborar en causas nobles para sí misma y para el bien común. 

Tiene buen ánimo y optimismo, reconoce las mil bendiciones que Dios le dispensa cada día y comparte lo que tiene. La persona de “palabra de honor” agradece por el pan de cada día, por el sol que vivifica y las maravillas de la naturaleza; por la casa que habita y el calor de hogar que alimenta para compartir con los que ama. 

La vida es pródiga, nos da de todo. Los días nublados que son presagio del agua que limpia y sacia la sed. La tormenta con rayos que rasgan el negro cielo y truenos que como impresionantes  trompetas nos recuerdan lo pequeños que somos ante la grandeza de los fenómenos naturales e indómitos que nos llenan de reverencia. 

Todo nos lleva al amor y al respeto a uno mismo, a la verdad y al prójimo. ¡Que se cumpla la promesa tal como fue expresada y se realicen las palabras en su integridad para que la confianza crezca al cumplir lo prometido!

Al hombre, a la mujer de palabra se le abren puertas y se le confían asuntos delicados. Vive como habla y habla como vive; se compromete por entero, cuida su buen nombre con honestidad y transparencia. Ser integr@ es indispensable para darle valor a nuestra palabra. Cuando se pronuncia revela lo que apreciamos y agradecemos. Comenzando por la maravillosa oportunidad de haber nacido.  

¡Ánimo! Hay que aprender a vivir.

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