¿Cuándo supo el gobierno que el alcalde de Iguala era un asesino?
Si la mitad de lo que cuenta René Bejarano es cierto, esta historia necesita muchas más explicaciones, conferencias de prensa y declaraciones.
En mayo de 2013, Arturo Hernández Corona, perredista de Guerrero, fue asesinado. Los sobrevivientes de aquella masacre le contaron la historia a René Bejarano: los testimonios coincidían en que a Hernández Corona lo habían matado José Luis Abarca, alcalde de Iguala, y su jefe de policía, Felipe Flores.
Los testigos también contaron la historia frente a un Notario Público y ofrecieron contarla ante un Ministerio Público federal, no local.
Este sábado, Bejarano la contó en la tribuna del Consejo Nacional del PRD. Dijo que con esas declaraciones en la mano se reunió con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y le pidió que la Procuraduría General de la República atrajera el caso del asesinato de Hernández Cardona e investigara al presidente municipal.
“Se aprobó en el Senado que fuera la PGR la que atrajera la investigación y tuve oportunidad, después de esas dos solicitudes, de hablar con el procurador en persona. Le dije lo que me habían dicho los sobrevivientes, porque hubo tres testigos de esa masacre. Me narraron lo que vivieron, las torturas y la manera en que murió Arturo. Nicolás Mendoza Villa (uno de los testigos) dijo ‘yo me atrevo a declarar si es la PGR, porque no confío en las autoridades locales’ y la PGR no quiso atraer la investigaciones por motivos políticos”, contó Bejarano.
Por medio de una diputada perredista, Bejarano se reunió con el procurador Jesús Murillo Karam, le entregó un documento y le pidió que atrajera el caso. Unas semanas después Murillo dijo públicamente que no lo haría.
“Me vi con Osorio Chong y le pedí que iniciara el juicio de procedencia. Nicolás (uno de los testigos) dijo que cuando ejecutaron a Arturo llegó el director de la policía de Iguala, Felipe Flores, y el presidente José Luis Abarca y le dijo ‘me voy a dar el gusto de matarte, que tanto me estás chingando con los fertilizantes’, y ahí lo mató”.
Dijo también Bejarano que cuando se pidió el juicio de desafuero contra el alcalde de Iguala, los diputados locales del PRD, la mayoría de Nueva Izquierda, operaron para impedirlo.
Si la mitad de lo que cuenta René Bejarano es cierto, esta historia necesita muchas más explicaciones, conferencias de prensa, declaraciones, compromisos frente a la tele…
Necesita una respuesta clara de Osorio, Murillo, Ángel Aguirre y Los Chuchos: ¿cuándo supieron que Abarca era un asesino?