Cuento chino

En el conflicto de las lámparas chinas que mal iluminan a Mérida existen dos posturas.

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Mérida no puede ser rehén de ninguna empresa como ABC Leasing  -la que alquila las lámparas-, cuyos intereses económicos son muy distantes de los de la ciudad. Llama la atención que el ex presidente municipal de Acapulco, de extracción tricolor y hoy diputado federal, Manuel Añorve Baños, también haya cambiado toda las luminarias de ese puerto turístico  y ahora ese Ayuntamiento tenga los mismos problemas que a Mérida le heredó la ex alcaldesa y ahora senadora Angélica Araujo Lara.

Durante la sesión de Cabildo el viernes 26 de abril los regidores sacaron sus mejores argumentaciones sobre por qué cambiar o no las lámparas chinas. Entre los que mejor argumentaron estuvo sin duda el edil del PRD, Jorge Pech, quien pidió cárcel para aquellos funcionarios que hicieron un contrato que perjudica a Mérida.

También fue muy Interesantes las argumentaciones del regidor del PRI Rubén Segura, quien se enfrascó en una discusión con el  albiazul Elías Lixa, quien expresó que hay más de diez mil quejas ciudadanas contra las luminarias públicas; otros que expusieron sus argumentaciones, por el tricolor,  Enrique Alfaro y  por el PAN, Liz Estrada, Lolbé Carrillo, Alejandro Ruz y el alcalde Renán Barrera Concha. Se notó quien puede llegar por capacidad al congreso.

En este conflicto de las lámparas chinas que mal iluminan a Mérida existen dos posturas: la del alcalde que quiere comprar 72 mil lámparas, de las cuales 60,000 serán para alumbrado público urbano, tipo cabeza de cobra de 100 w, y 12,000  led para alumbrado público de vialidades, todo con un precio de 218 millones de pesos. El Ayuntamiento de Mérida sería el propietario de las lámparas.

La otra es que la de los regidores Rubén Segura y Enrique Alfaro, de que no se puede rescindir el contrato con ABC Leasing y de que esta empresa siga prestando el servicio de alquiler de las lámparas por 470 millones que terminarían de pagarse en febrero de 2016 con  una mensualidad de 7.8 millones. Con esta argumentación defendió el contrato que realizara la ex alcaldesa Angélica Araujo; los tricolores además no están de acuerdo en que la compra de las nuevas luminarias se haga por adjudicación directa y no por licitación.

La Comuna panista dice que el reglamento de adquisiciones y arrendamientos de bienes y servicios  del municipio de Mérida prevé una excepción a la licitación pública. Hay una justificación escrita, firmada por el titular del área, Roger Echeverría, que  indica que cuando en un caso fortuito o de fuerza mayor no sea posible obtener los bienes mediante licitación o cuando peligre o se altere el orden social, los servicios públicos o la seguridad del municipio, como ocurre con la falta de luz adecuada en la ciudad, se puede hacer la compra directa.

No es posible obtener las luminarias en el tiempo establecido para una licitación, de 45 días. Al dar por terminado el contrato ya se está ante el riesgo de que la empresa retire las luminarias y por  lo tanto el Ayuntamiento ya está listo para la compra inmediata. Lo que sí sería interesante es que el alcalde invite a un plebiscito, a ver si están de acuerdo con el servicio de alumbrado público... Esto puede ser una derrota anticipada para el PRI en Mérida.

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